Los diez años de Marina en Pamplona

La jugadora pontevedresa afronta con ilusión una nueva temporada en el WP Iruña 9802 a donde llegó en 2012 y con quien ha venido compitiendo, tanto en la etapa en División de Honor, como ahora en la Primera División Nacional Femenina

A sus 16 años, Marina Casado dejó su vida en Pontevedra para recorrer 750 kilómetros hasta Pamplona. Desde 2012 lleva ligada al WP Iruña 9802 con quien no sólo llegó a jugar en División de Honor, sino con quien ha crecido como deportista y persona hasta convertirse en un peso pesado del equipo de Imanol Maiza. Y es que la deportista que saliera de la cantera del CW Pontevedra se viene caracterizando por conjugar a la perfección la constancia, la lucha y competitividad. Y más en una entidad con un alto significado para ella. «Después de diez años jugando en este equipo me siento una pamplonica más. Y me siento muy agusto con mis compañeras y mi entrenador«, comenta la jugadora gallega que ve con buenos ojos el proyecto del club. «Este año vamos a jugar con todas las de casa, intentar disfrutar de nuestro juego. Y queremos clasificarnos para los play off siendo competitivas en todos los enfrentamientos», explica Casado, que de cara a esta hoja de ruta entiende que siendo una de las mayores del equipo, sus funciones se deben centrar en aportar «experiencia, visión de juego y gol«. Todo ello con el último reto de volver a ganar la Primera División y ascender a División de Honor, aunque considera a su vez que «no es un reto que nos planteemos este año«.

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