Los inicios del CN Helios con Andrés Bernabé, Manuel Molinero y compañía

Nos adentramos en la historia de un club de peso a nivel nacional como el zaragozano, y lo hacemos con Joaquín Ferrer, testigo directo de los inicios (algo más serios) en 1967 tras la inauguración de la piscina cubierta, ahora 'Manuel Molinero'

Para conocer los primeros pasos del waterpolo en el CN Helios debemos irnos al año 1967, fecha en la que se inauguró la piscina cubierta, ahora ‘Manuel Molinero’ en unos Campeonatos de España de Natación de Invierno. «A partir de ese momento un grupo de nadadores comenzamos a jugar entre nosotros, con el objetivo de divertirnos y casi siempre bajo la vigilancia de Andrés Bernabé, entrenador de varias generaciones, y gran persona que nos marcó a muchos con su dedicación y pasión por el Club», recuerda en WATERPOLISTA.com Joaquín Ferrer, uno de los integrantes de ese grupo de amantes del waterpolo que desarrolló su etapa como jugador en activo hasta 1973, por lo que fue parte de los inicios (más serios) de un deporte con muy poca tradición hasta ese momento en la ciudad de Zaragoza. «cuando no existía la piscina cubierta los nadadores mayores, de vez en cuando jugaban un partido, recuerdo que yo siendo infantil en un encuentro de natación con el Club Natació Tarraco, en el que al final se jugaron partidos en Zaragoza y Tarragona con unos finales algo desastrosos. En el Club hay fotografías de estos “ pioneros” entre los que destaca Félix Marugán, que fue nuestro primer capitán por un año, con el que comenzamos a participar en las Fases del Campeonato de España. Anteriormente algunos de mi generación habíamos acudido mezclados con los veteranos a esas Fases pero casi de forma testimonial«, explica.

Sin embargo, ese proyecto que comenzó de manera tímida fue ganando enteros, con un punto de inflexión importante: el ascenso a Primera División en el año 1971. «En aquel tiempo constaba de sólo ocho equipos, pienso que indirectamente fue un revulsivo lento pero eficaz para que la práctica del waterpolo se fuera generalizando por toda España, contando con la dificultad de la falta de Clubes que proponían esta especialidad, circunstancia en la que últimamente se ha mejorado muchísimo, pues hay participantes de casi todas las Comunidades«, recuerda Ferrer quien considera que el ADN del Helios es muy marcado y se ha ido extendiendo a lo largo de los años: «la filosofía del Club siempre ha sido la de competir con sus propios jugadores, lo que ha propiciado durante más de cincuenta años la formación y creación de una inagotable cantera. En algunas ocasiones se ha fichado a jugadores que por alguna circunstancia han venido a vivir a Zaragoza pero nunca a un profesional, excepcionalmente algún jugador que destacaba de un Club local y que quería jugar en alguna Liga Nacional se incorporaba a nuestro Club«, detalla.

En este sentido, la línea ascendente que fue protagonizando con los años tras su salto a Nacional derivó en su llegada a la máxima categoría, donde se mantuvo durante un periodo de tiempo en el que ganó protagonismo. «Se creó una afición permanente en el tiempo, que asiste con una fidelidad y cantidad de personas a los partidos, creando un gran ambiente y que es la admiración de muchos Clubes. El objetivo del Centro es mantener el equipo en una Liga Nacional, en los últimos años hemos estado desde División de Honor, hasta Segunda, actualmente nos mantenemos en Primera, lo que es una satisfacción pensar que nuestro equipo compite por todo el País siendo un Club modesto, pero con el orgullo de la historia acumulada durante tantos años«, comenta el que fuera a su vez delegado del equipo varios años, quien pone en valor algunos nombres importantes de la época. «Cuando ascendimos la primera vez en 1971, con tan poca experiencia, lo hicimos con Nico de Meij como entrenador, nuestros jugadores más destacados y muy buenos nadadores eran Manuel Molinero y Francisco Les, los demás nos defendemos lo suficiente para formar un conjunto apañado. En aquel momento tuvimos la fortuna de contar con Mauricio Costa que era un buen portero. En 1976 se nos fue Manuel Molinero y vino de jugador- entrenador Joan Jane y ahí comienza una época con grandes resultados deportivos, a partir de ese momento creo que se afianzó una vocación y una gran afición al waterpolo en nuestro Club«, detalla Ferrer, el cual considera que «el Club con las diferentes directivas siempre ha aspirado a tener un equipo de waterpolo en una división nacional, en tantos años hemos militado desde División de Honor, Primera, Segunda e incluso en fases de ascenso a Segunda, permanentemente con jugadores del Club», sentencia.

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