Los retos a los que se enfrenta (a día de hoy) el waterpolo vasco

Con Rubén De Castro, Responsable del Área de Waterpolo de la Federación Vasca de Natación, analizamos el actual momento en el que se encuentra este deporte en una región con tradición por el balón amarillo

El número de Licencias, los resultados de los últimos años en los Campeonato de España infantil por Comunidades Autónomas, los resultados de los dos clubes que militan hasta el momento en categoría nacional hace indicar que la situación del waterpolo vasco es a día de hoy «buena y estable». Al menos así lo considera en WATERPOLISTA.com Rubén de Castro, Responsable del Área de Waterpolo de la Federación Vasca de Natación, quien cuenta actualmente con unas 1.100 licencias entre todas las categorías.

«Ya hace algunas temporadas que tuvimos un aumento gradual del número de licencias y que los resultados en los campeonatos a nivel estatal mejoraron, incluso llegando a entrar en el podio, o rozarlo, repetidamente por selecciones. En los campeonatos por clubes hay presencia de clubes vascos en todas las categorías incluso con más de un equipo. Pero no podemos ser conformistas», relata De Castro, quien a pesar de considerar que la coyuntura es estable entiende que es importante ir un paso más allá, puesto que según desvela «el número de licencias se ha empezado a estancar y los buenos resultados en campeonatos nacionales han sido muy exporadicos. Parece que nos hemos conformado con asistir a los campeonatos de España como un premio, una fiesta. Y ya es hora de creernos que debemos ir a competir de verdad«, insiste el responsable federativo, quien tiene muy claro cuáles son los retos a los que se enfrentan a partir de ahora.

«A nivel federativo hemos creado un nuevo programa de tecnificación a deportistas infantiles y cadetes con proyección con el objetivo de ayudarles a crecer y que puedan llegar a entrar, incluso, en selecciones nacionales (como nuestra primera deportista en jugar un campeonato oficial con una selección estatal, Miren Urizar). De esta manera, ayudaremos también a sus clubes. El programa tiene otro objetivo añadido, que es el tecnificar a los técnicos de nuestros clubes y crear una línea de trabajo conjunta en nuestro territorio y nos ayude a subir el nivel del waterpolo vasco», reconoce De Castro quien insiste en poner en valor el proyecto de formación de los más jóvenes.

| Puntos fuertes y débiles

Sin embargo, más allá del trabajo de formación, para el waterpolo vasco es importante la presencia en categoría nacional. Para el responsable directivo, «los resultados de la temporada pasada de los tres clubes que teníamos fueron muy buenos. Y los de esta temporada están refrendando las buenas sensaciones de la pasada«, puntualiza De Castro, el cual desvela que hay unos datos que les impide estar tranquilos: «a la preocupante renuncia de la Deportiva Náutica de Portugalete y el descenso hace unas temporadas del Deportivo Bilbao, dejando únicamente en dos clubes nuestra presencia en ligas nacionales, no vemos a corto plazo proyectos con aspiraciones de llegar a las ligas nacionales. El proyecto del año pasado del Urbat de Eibar después de quedarse a las puerta a sufrido bastantes bajas y, por lo que nos comentan sus dirigentes, ven que esa posibilidad de ha alejado mucho. Por otra parte, el hecho de que el Leioa y el Claret Askartza tengan sus proyectos tan estables como para llegar a la División de Honor nos animan ya que consideramos que pudiera ser un gran revulsivo para todos nuestros clubes«, argumenta.

En este sentido, De Castro pone sobre la mesa los puntos fuertes y débiles a los que se enfrenta a día de hoy el waterpolo en la región. «Como punto fuerte veo el alto número de deportistas y equipos de nuestras ligas. Como punto débil, las deficientes piletas en las que trabajan nuestros clubes y la falta de una instalación en la que podamos trabajar a nivel de federación y desarrollar un programa de tecnificación al estilo de Cataluña o Madrid. La falta de trabajo conjunto de nuestros clubes queriendo hacer logros cada uno por su lado es otra de nuestras debilidades. Debemos ver que con las dificultades que tenemos, los logros individuales son muy complicados; trabajando todos en una línea, conseguir logros en un club es más asequible y nos haría ser más visibles en nuestra comunidad. Eso nos beneficiará a todos y a futuro podríamos pensar en los logros de más clubes», asegura con total franqueza alguien que sobre el futuro del waterpolo vasco lo tiene claro: «Espero que el trabajo que se está haciendo por parte de todos, viendo y luchando contra nuestras debilidades, aprovechando nuestras fortalezas, nos haga tener un futuro todavía mejor que el presente, que no es nada malo. Espero ver más equipos vascos en ligas nacionales, alguno en División de Honor, y deportistas en la órbita de selecciones nacionales. Por el logro de esos objetivos trabajaremos con todas nuestras energías», sentencia.

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