Lucía Hidalgo: persistencia y trabajo entorno al CNSF

Hablar de pasión por el waterpolo, es hablar de Lucía Hidalgo, una joven deportista catalana que empezó a los nueve años en el pre-benjamin del CN Sant Feliu y que ahora cuenta para los planes de Jordi Timblau en el primer equipo que milita en la División de Honor Femenina. Y es que su salto a la máxima categoría nacional fue prematuro. Siendo de primer año cadete, Manolo Suárez le hizo debutar ante el CN Rubí en febrero de 2020 con tan sólo 14 años. «Siempre recordaré ese día«, confiesa con cariño una waterpolista que se desenvuelve bien en la posición de boya con el absoluto, y en posiciones 2 y 3 con el juvenil. Se trata en todo caso de una jugadora con fuerza y potencia que basa su evolución en la constancia, pero también en el trabajo y la persistencia con la que afronta cada reto deportivo que se le presenta «Soy joven, con ganas de aprender cada día, de disfrutar con mis compañeras y aprender para poder superarme a mi misma, ya que siempre hay cosas que mejorar, y seguir jugando para madurar en este deporte y poder aportar siempre lo mismo«, detalla una jugadora con sentimiento de pertenencia hacia su club.

«El CN Sant Feliu lo es todo para mí, dado que es el único club en el que he jugado toda mi vida y gracias a jugar este deporte en este club he podido tener experiencias increíbles. Jugar en el Absoluto Femenino en División de Honor desde la temporada 2019/2020 ya es el mejor premio que podía soñar.  Y gracias a ello, el pasado mes de junio se pusieron en contacto desde USA el equipo West Valley Waterpolo (WV) para jugar con ellos los JUNIOR OLYMPICS en la categoría U18, para los que nos clasificamos para las finales de Platino quedando en la posición final 17º. Fueron 45 días en San Francisco inolvidables, en los que conseguí grandes amigas como Julia Cereijo (CNAB), Laia Marsiñach (MEDI) y Filippa Petric (Selección Croata y actualmente en Split ) quien vino desde Croacia a compartir esa experiencia con nosotras.  El waterpolo es la puerta para grandes experiencias en la vida, conociendo otras personas y disfrutando de este deporte», explica una jugadora con ambición e ilusión, pero siempre con los pies en el suelo sabiendo que debido a su juventud, tiene mucho por aprender todavía.  «Nuestro equipo está formado por jugadoras experimentadas que llevan muchos años jugando en este equipo y en División de Honor y que actualmente son la base del equipo. Luego están las jugadoras jóvenes entre las que me encuentro yo, siendo la única jugadora que tiene el CNSF que ha jugado siempre en este club. Las jóvenes aportamos los minutos necesarios en cada partido y posición según requiera el entrenador, aportando intensidad en el juego en esos minutos para aportar positivamente juego y que el entrenador te conceda en el siguiente partido más minutos mientras sigues intentando mejorar cada día. Mi aportación, además de la comentada, es la formación en el CNSF, y el entrenador Jordi Timblau quien me dá la oportunidad de aprender cada día jugando en División de Honor, para poder ser mejor cada día sumando experiencia con minutos en el equipo con la proyección de futuro, dado que cumplí el pasado 1 de marzo los 18 años«, puntualiza.

En todo caso, el hecho de llevar de los 9 a los 18 años vinculada a la entidad de El Complex le hace ver con perspectiva el proyecto en el que trabaja esta referencia del waterpolo nacional como es el CNSF: «Es un proyecto de futuro. Es un club con historia en División de Honor, con mucho potencial a pesar de ser un club con una instalaciones pequeñas y proyectos de mejora y competitividad en el futuro. Este año no nos hemos clasificado para la Copa de la Reina tras muchos años de asistencia (yo llevo 3 convocatorias. En la primera me quedé fuera de la lista y en la grada, pero he jugado las dos siguientes y es una experiencia increíble).  La liga es muy competitiva e igualada como cada año con un grupo de arriba para la disputa del título y el resto para la clasificación a la copa de la reina y quedar lo más alto posible en la liga. El aumento de equipos en División de Honor Femenino hace unos años, proporciona que cada año la incorporación de equipos como está ocurriendo con el CNAB y el Echeyde, den más competitividad, pero la liga siempre es una montaña rusa en la que sabes como empiezas, pero no como acabas. El año es muy largo y nuestro equipo dará satisfacciones a sus aficionados dado que hasta ahora las cosas no nos están saliendo como queríamos, pero siempre tenemos la mentalidad de trabajar para mejorar y conseguir nuestros objetivos«, apunta.

Llegados a este punto, la proyección de Lucía es innegable, y si continúa trabajando de esta manera, el crecimiento seguirá siendo notable. «Los retos siempre son ilusiones que se consiguen con esfuerzo, constancia y mucha mentalidad y el Waterpolo actualmente es un deporte que me tiene ilusionada, esperando seguir aprendiendo en el CNSF, crecer en mi el juego mejorando cada día personalmente y devolverle al club toda confianza que me ha dado en mi proceso de formación. Quizás todavía me vea como aquella Benjamina que me pidió que le firmase el cromo en el que salgo con el número 11, con su ilusión e inocencia, pero siempre con la ilusión por este deporte que te puede llevar a cualquier sitio tal y como me llevó el pasado verano a San Francisco. El futuro es lo bueno que tiene, que al no conocerlo te permite ilusionarte con aquello que te hace feliz«, concluye