Manolo Delgado simboliza la total pasión por un deporte

El waterpolo no ha salido nunca de la vida de Manolo Delgado, uno de los waterpolistas más históricos de nuestro país que no sólo ha destacado en su etapa en activo, sino que también lo ha hecho como entrenador, y en particular como formador de deportistas. Hoy día está al frente del equipo juvenil del CN Barcelona, un club especial para él, ya que reconoce en WATERPOLISTA.com que «no tengo palabras para expresar mi agradecimiento que tienen con mi persona y mi familia». En la entidad de la Nova Escullera se desarrolla en los banquillos como «un profesional» que se centra al cien por cien en el trabajo diario. Para ello busca aplicarse a fondo y aportar su completa experiencia y veteranía, ya que entiende que le da muchas tablas para saber «actuar en cada momento«.

| Su visión del waterpolo actual

En este sentido, sus notable experiencia le permite tener una visión propia de la situación del waterpolo en nuestro país. «Los éxitos del equipo nacional absoluto y de las categorías, indican que estamos en la élite del waterpolo«, puntualiza Delgado que considera que «ahora el potencial físico es impresionante la dosis de fuerza y velocidad de nado y lanzamiento dan al waterpolo una dimensión extraordinaria, mientras que en las situaciones del juego la evolución ha sido muy grande. Los jugadores de mi época eran muy creativos, listos e inteligentes, ya que no teníamos tantos medios de preparación como ahora, cada época tiene sus aspectos, pero tiene mucho mérito todas las generaciones anteriores. Lo que está claro es que el waterpolo ha dado jugadores top«, relata un técnico que entiende que «todos los clubes trabajan con ilusión la formación pero el espacio y la captación son aspectos que nos van frenando en el proceso, pero ahí estamos dos líneas masculina y femenina con equipos en todas las categorías compitiendo«.

En todo caso, Delgado entiende que para que un waterpolista logre triunfar en el plano deportivo se debe tener en cuenta «trabajo, calidad, disciplina, motivación y el esfuerzo del día a día y buenos entrenadores en la formación», comenta, así como da su punto de vista en relación al nivel de los porteros españoles: «va por etapas, pero creo que España siempre ha tenido grandes porteros. No estaría mal una escuela específica de porteros como grupo de trabajo. También en los clubes el portero no tiene su entrenador especifico, y el espacio idóneo para realizar su trabajo«, asegura a su vez un entrenador que en este sentido considera que el waterpolo es su vida. «Tengo pasión y me gusta. Me genera ilusión y me mola un montón. Se que algún día terminará y me iré satisfecho de lo que he realizado dentro y fuera del agua«, sentencia.

@etoster