Hace tan sólo unos días apuntábamos que el CW Marbella era como un ave fénix: resurge de sus propias cenizas. Y al final los hechos nos han dado la razón. Un año después de su descenso, vuelve a recuperar su lugar en la Liga de Primera División Femenina después de una notable fase de ascenso en las instalaciones de Akartza, donde lograron hacerse fuertes, dominar y terminar por ganar en la gran final al filial de la Escuela de Waterpolo de Zaragoza «Ha sido un Campeonato muy bonito con un un enorme nivel y muchos partidos igualados entre los cuatro primeros clasificados. Para muestras hemos ganado los dos últimos partidos en el último lanzamiento«, reconoce a WATERPOLISTA.com Miki Botello, alma máter de una entidad la cual no sólo entrena sino que también preside. Y es que la situación del club obligó a sus miembros a doblegarse con la intención de asegurar su futuro.
Botello, ya en frío después de celebrar junto a sus chicas el ascenso, considera que las claves residen «principalmente en las chicas«. «Después del descenso han estado trabajando cada día, cada semana con una sola idea en la cabeza, volver a la Liga Nacional. Lo tenían claro, no han dejado que nadie les diga que no lo iban a conseguir«, explica con total franqueza el técnico del combinado andaluz, el cual desvela que «el partido de semis con Askartza fue clave para que terminaran de creer, ganar el partido contra el equipo local, con la grada llena, en el ultimo segundo fue mágico«.
Es por todo ello que considera éste ascenso como «histórico«, si tenemos en cuenta que un grupo «luchador, incansable e insaciable» ha logrado superar todas las adversidades para conseguir un sueño: su regreso a la categoría nacional. Un regreso que Botello define como «una inyección de moral tras un año duro«. «Las chicas se han ganado jugar en Primera. Ahora me toca a mi, a los padres y al Ayuntamiento arrimar el hombro para que, no sólo sea posible este año, sino que sea posible crear un proyecto de futuro en Liga nacional«, puntualiza Botello, quien augura un futuro prometedor a la entidad marbellí: «Si todo va bien, tendremos piscina en menos de dos años (eso me ha prometido el Ayuntamiento), podremos tener la capacidad suficiente para aumentar las categorías, ahora estamos muy limitados. No tener que hacer 2000 kilómetros al año para jugar en casa, sería de gran ayuda«, concluye.
@etoster