Mila López regresó al origen para llevar a su CN Vallirana a la Liga de Primera División Nacional
La guardameta catalana con un destacado pasado en División de Honor, ha jugado un rol fundamental en la consecución del ascenso del CN Vallirana a la Liga de Primera División Nacional Femenina
Justamente fue en el CN Vallirana donde Mila López se inició en el waterpolo. «Desde muy pequeña allí me formaron como portera y como persona«, recuerda una deportista catalana que una vez fue becada en el CAR de Sant Cugat dio el salto al CN Sant Feliu donde fue creciendo hasta el punto de ser la portera titular del equipo en la División de Honor. «Después de la temporada 19/20 decidí dar un paso al lado y colgar el gorro, ese momento me surgió una oportunidad laboral que me apetecía aceptar y necesitaba un cambio ya que a nivel mental no me sentía con la motivación suficiente para dar mi cien por cien. Contactó conmigo el entrenador de Vallirana para proponerme el proyecto de esta temporada y junto a mis hermanas nos parecía una buena oportunidad para poder aportar nuestra experiencia a las jugadoras más jóvenes del club«, reconoce a WATERPOLISTA.com una jugadora que considera que la clave de este equipo es el cariño y las ganas por mejorar cada día. Y fruto de ello esta temporada consumaron el ascenso a la Liga de Primera División Nacional Femenina. «Todas las jugadoras que lo formamos somos jugadoras de la casa y eso lo hace especial. Somos conscientes de nuestras limitaciones a nivel de espacio pero tenemos muchas ganas de dar impulso a la rama femenina«, puntualiza, así como pone el foco en la dinámica «positiva» que han logrado crear. «Yo empecé siendo entrenadora en el CN Vallirana cuando tenia 18 años y hoy en dia estoy jugando con las nenas que entrene en aquella época, por lo que nivel personal, para mi lo mejor de esto es compartir equipo con mis dos hermanas«, apunta una jugadora que a su vez continúa disfrutando de la pasión de su padre como speaker del club en la pasada Fase de Ascenso.
En este sentido, para López ha sido una temporada «muy buena para el club». «La mayoría de las jugadoras de nuestro equipo jamás habían jugado fuera de Catalunya y el poder jugar la fase de ascenso ha supuesto mucha ilusión, no solo para las nenas sino para los amigos y familias. En cuanto a la liga regular, hemos intentado conocernos entre nosotras para que la cohesión de grupo supliera algunas carencias a nivel mas técnico y táctico. Una de las claves creo que ha sido el trabajo grupal que se ha hecho, cuando empezamos en septiembre la pretemporada nos juntamos un grupo de diversas edades que podría parecer que teníamos poco en común. Al final en mi caso yo tengo 26 años y estoy jugando con nenas que les saco hasta 10 años. El encontrar puntos en común y entender las diferentes perspectivas, escuchar que necesita la compañera y confiar en que todas queremos aportar cosas positivas han sido claves para mejorar«, asegura una portera que desvela que para el equipo el ascenso a categoría nacional supone «un plus inmenso de motivación». «Hace muchos años la rama femenina jugó en nacional e incluso en División de Honor pero no es hasta ahora que podemos decir que nuestros dos equipos tanto masculino como femenino juegan a nivel nacional. Al final somos un club pequeño, de un pueblo pequeño en que todos nos conocemos y dar salida al waterpolo supone que muchos niños y niñas del pueblo se interesen y tengan cercano a casa nuestro deporte. Esto nos motiva a seguir entrenando, porque ver la grada llena es nuestro equipo, no solo las jugadoras que saltamos a jugar», detalla una portera muy activa que disfruta del día a día que ahora mismo sólo tiene el reto de ser capaz de disfrutar jugando. «Sabía que a a nivel personal he jugado partidos en División de Honor, Copas de la Reina y a nivel de selección pero el sentimiento de ver a la grada llena de gente que te conoce desde que tenias siete años, tu familia, tus amigos… notas ese cariño y sabes que su cariño es lo que te hace querer y disfrutar mas aun del waterpolo«, concluye.