Mujer y waterpolo, un tándem por el que luchar

La jugadora del CN Terrassa y estudiante de periodismo analiza en primera persona la influencia de la mujer dentro del waterpolo español, considerando que "el camino ha sido duro, pero todo apunta que, aunque sea paso a paso, cada vez seremos más las mujeres que nos dedicaremos a este deporte"

El waterpolo en sí, al ser un deporte minoritario, presenta muchas diferencias en términos de apoyos económicos y materiales respecto a otros deportes con más tradición en nuestro país. No podemos comparar los contratos, patrocinios o medios que están presentes en nuestros clubs con los que podemos ver en los deportes más mediáticos. Pero, sin embargo, a pesar de estas diferencias generales, las mujeres representamos un grupo con aún menos ventajas. Las propias jugadoras de waterpolo podemos ver de una manera más directa las desigualdades que vivimos las mujeres en este deporte. Solo a nivel de licencias federativas estamos en minoría, con alrededor de 800 en los últimos años. La mayoría están concentradas en Cataluña y en el resto de territorios españoles faltan todavía muchos recursos y apoyos para consolidar el waterpolo. En algunas comunidades no existen equipos femeninos, pero afortunadamente poco a poco se está fomentando desde las federaciones y los clubs la presencia de más mujeres en nuestro deporte.

Para ello, en los últimos años, las directivas de los clubes buscan crear equipos que puedan llegar a tener un futuro a corto y largo plazo. Optan por empezar desde cero, formando una base sólida con niñas muy pequeñas, en las categorías inferiores. Su objetivo principal es verlas crecer y evolucionar dentro del club para llegar con el paso de los años a poder disputar en las ligas más importantes. Sin embargo, los estereotipos creados en torno al waterpolo siguen siendo muy potentes. Jugamos a un deporte al que siempre se le ha representado como una disciplina “masculina”, solo por el mero hecho de basarse en la fuerza y el contacto. Los propios padres no tenían como primera opción apuntar a sus hijas a este deporte. Esto cada vez está cambiando en mayor medida y son más las niñas que se ven en las canteras de los clubs.

El abismo económico

En términos económicos, ya sean contratos o sueldos, las diferencias son abismales. Además, en muchos clubs con falta de fondos económicos las jugadoras tienen incluso que pagar por jugar. El techo de cristal está presente en todos los sectores laborales y en el deporte no iba a ser una excepción. La excusa más frecuente que se da a este hecho es que el deporte femenino le interesa a menos gente o consiguen menos patrocinadores. La solución es clara: si se les da más visibilidad a las mujeres deportistas, el resto de la población sabrá de ellas y tendrán más interés. El foco mediático es un factor muy importante a la hora de conseguir una igualdad de derechos.

Las jugadoras más destacadas en nuestro país llevan desde hace años luchando por conseguir que los medios se hagan eco de sus victorias y logros históricos. Cada vez son más los partidos televisados por cadenas autonómicas y estatales, pero queda todavía muchos pasos que lograr. Gracias a estas referentes, las niñas que comienzan a adentrarse en el waterpolo tienen una figura a la que idolatrar y seguir sus pasos. Por fortuna, estas niñas podrán avanzar en sus clubs con más facilidades de las que existían apenas unos años atrás. El camino ha sido duro, pero todo apunta que, aunque sea paso a paso, cada vez seremos más las mujeres que nos dedicaremos a este deporte.

twitter-bird@eliamontoya

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