Nahuel Afonso: uno de los argentinos más relevantes

El argentino fue uno de los primeros en saltar a Ligas europeas como España o Italia (jugó en CN Poble Nou y AN Brescia) y a su vez destacó por su papel como técnico en el waterpolo de su país

La vida de Nahuel Alfonso ha estado siempre ligada al Gimnasia y Esgrima de Rosario. Ahí es donde, de bien pequeño, cuando para poder hacer deporte tenía que tomar licuado de tomates porque no comía verduras, empezó a nadar y a jugar. Tras un periodo en el que se dedicó a practicar otras disciplinas, retomó a los 14 años el waterpolo. Y nunca más lo ha abandonado. En esa época, éste estaba poco desarrollado en Argentina, comenta un Alfonso que explica que apenas había 8 equipos en todo el país: “Había que viajar mucho y teníamos 2 torneos de fin de semana al año. Uno en verano y otro en invierno”. El argentino, que se define como un boya luchador que, a pesar de tener dificultades para nadar, marcaba muchos goles porque se movía bien en el palo, no tardó en irse a Brasil, el único país con jugadores en Europa en aquella época, en busca de una mejor formación tras disputar su primer sudamericano en el 92. Justo antes de ese viaje, Joan Jané, que se desplazó al país sudamericano para dar un curso, le propuso ir a jugar al Poble Nou. Su paso por Brasil fue corto, ya que una nueva llamada del español en septiembre le hizo cambiar de idea. De este modo, el argentino se mudó a España.

| Su etapa como deportista

Aquí, según él, vivió una experiencia increíble. Básicamente, por el hecho de pasar a tener encuentros todos los fines de semana, además del de poder realizar más entrenamientos. Y, aparte, por tener la oportunidad de vivir en la “hermosa” Barcelona. “En un mes tenía más partidos que en un año en Argentina”, recuerda Nahuel Alfonso, quien explica que, a pesar de que tuvo la oportunidad de quedarse en el club catalán tras conseguir mantener la categoría, tomó la decisión de irse a jugar en la A1 de Italia con el Brescia. Tras su periplo europeo, el argentino, que regresó durante un tiempo a su país de origen para jugar con la selección y organizar su vida familiar, volvió a Brasil. Fue en el año 2000, cuando ya casado y con un hijo – Tomás -, le llegó la posibilidad de jugar en el Flamengo. Tras su etapa en activo, tomó la decisión de pasar a los banquillos. A su regreso del continente europeo, empezó a trabajar en categorías hasta el 2008, cuando tomó el mando del primer equipo. Después de conseguir diversos campeonatos, estuvo desde el 2010 al 2015 al frente de la selección nacional, en la que tuvo muchas satisfacciones. Entre ellas, ganar 2 sudamericanos, superar a Brasil 40 años después y clasificarse para un mundial.

En relación al waterpolo argentino, Nahuel Alfonso cree que éste ha sufrido un gran cambio a lo largo de los últimos años, ya que se han creado más clubes, torneos en categorías y se juegan muchos más partidos. En este sentido, destaca la Liga Nacional, que se juega cada 15 días. No obstante, considera que todavía les falta mucho espacio y tiempo para entrenar. Eso sí, asegura que les sobra pasión y entusiasmo. «Ahora el waterpolo ha crecido en cantidad de equipos. Es muy difícil el salto a nivel internacional. Hay una gran falta de infrastuctura que no permite que crezca tanto ni que se entrene tanto. Hay mucha más gente pero no se ha mejorado en la cantidad de entrenamiento y disponibilidad de piscinas. Hay algunos jugadores que hacen esfuerzos individuales que después vemos que pueden estar jugando en Europa«, comenta Afonso, quien a su vez reconoce que su relación con el waterpolo se mantiene por medio de su vínculo con su hijo, que está jugando en Francia, su sobrino que está jugando, y su hermano dirigiendo las categorías del club. «Sigo vinculado sin tanta presión como estar a cargo de la selección, pero siempre vinculado a la formación de jugadores«, sentencia,

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