‘¿Una Liga de doce equipo? No todo es oro aunque reluzca’

"El hecho de participar en una categoría nacional para equipos que se inician y con ende con un colectivo muy joven resulta como final de conclusión que la respuesta no es la esperada", opina Mariano García

La nueva respuesta de incrementar el número de equipos de las diferentes ligas de competición femenina no tienen la llave del éxitos ni mucho menos. La mayoría de los técnicos son conscientes que la cuantía que supone la participación una competición de carácter nacional. Habría que tener claro por parte de los involucrados, si el hecho de participar en una liga nacional es la llave del éxito y de la superación de las propias jugadoras.

Hay un gran número de equipos que participan en todas las competiciones con todo su arsenal de jugadoras de grupos de edades. La experiencia que reciben todas estas jugadoras no es precisamente la idónea. Se tiene la creencia que al jugar con equipos y en categorías superiores se obtiene como añadidura el premio de la experiencia y la superación deseada.

En muchos equipos que se plantean esta alternativa se dan cuenta que la competición no lo es todo y se encuentran en breve tiempo, que la experiencia al ser excesiva produce desánimo y frustración en las jugadoras que no consiguen estar a la altura, con el consiguiente descalabro para el club y como consecuencia para las propias jugadoras. El hecho de participar en una categoría nacional para equipos que se inician y con ende con un colectivo muy joven resulta como final de conclusión que la respuesta no es la esperada.

Las competiciones regionales son escasas y con escasos equipos que la integran . Sucediendo como en la competición nacional con una mayoría de jugadoras más jóvenes que las de la categoría correspondiente. Es suma , ya desde los inicios se está produciendo esta tara. Debemos de empezar los cimientos desde el principio con formación sólida de las jóvenes jugadoras en los medios y en los grupos idóneos.

La competición debe de ser adecuada a sus niveles tanto técnicos como de su propio desarrollo. El trabajo de las diferentes comunidades debe de estar dedicada y dirigida a fomentar la calidad de formación en el medio adecuado así como la de técnicos formados para estas tareas y no de aluvión. Incrementar el nivel de formación de las jugadoras que se inician por medio de concentraciones y de utilización de espacios acordes son ellas.

El hecho de dejar horarios minúsculos y en horarios extremos no suelen ser los más idóneos.
Ya de por sí exiguos los horarios en franjas horarias extremas. El horario de las chicas suele ser el que sobra de los más que exiguos horarios de waterpolo. Para eso está la natación. Todos estos factores se van acumulando y recortando el futuro y el nivel de las diferentes jugadoras en sus diferentes edades. Cuando se lleve a cabo toda esta estructura en todos y cada uno de los diferentes lugares y regiones.Podremos estar preparados para poder intervenir para introducir la ansiada competición de alto nivel que conseguirá elevar el nivel ya previamente orientado y preparado desde el inicio de la formación de nuestras jugadoras y no al contrario. El proporcionar un coche potente a los pilotos que difícilmente llegan a los pedales no es sinónimo de eficacia y de certeza en conseguir clasificarse para la pool.

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