
Puri, que dio a luz hace 10 meses, empezó en el mundo del waterpolo en el 2002, cuando, tras muchos años practicando la natación por libre en la piscina de Redondela, probó suerte en un equipo femenino que se formó en la localidad de Mos. Más tarde, empezó a entrenar con el conjunto masculino de Redondela, ya que en ese momento existía la posibilidad de jugar en categoría absoluta mixta. Finalmente, entró en el Waterpolo Pontevedra.
Por su parte, Maribel, que tuvo a su hija hace dos años, empezó a jugar a waterpolo porque su pareja, al igual que su círculo de amigos, jugaba. Le llamó la atención y probó mientras practicaba fútbol al mismo tiempo.
UNA DIFÍCIL COMBINACIÓN
Los horarios de entreno son uno de los principales problemas con los que se encuentran Puri y Maribel, que normalmente se ejercitan al margen del grupo. La primera, que tiene que hacer un desplazamiento de 1 hora, aprovecha los entrenamientos que se dan en sábado y nada por libre en su localidad. Por su parte, Maribel también aprovecha los festivos, cuando alguien puede ocuparse de su hija, para unirse al equipo. Además, como no puede ejercitarse por la noche, nada dos o tres días a la semana por su cuenta.
Eso sí, tanto a Puri como a Maribel, que les ofrecerán todas las alternativas posibles, les encantaría que sus criaturas jugasen a waterpolo. Un deporte completo que les ayudará a crear grandes amistades.