Rubén Darío: «Han sido 22 años de espera»

El CN Ciutat ha logrado cumplir un sueño que lleva varios años persiguiendo: dar el salto a Liga Nacional después de haberse adjudicado la eliminatoria final de la Fase de Ascenso a costa del EM Olivar. «Ha sido una temporada excesivamente dura y adversa en todos los aspectos. Únicamente hemos podido repetir cuatro jugadores de los trece que el año pasado fueron a la Fase de Ascenso en Chiclana. Por las connotaciones de la insularidad hemos perdido jugadores que se han ido a estudiar o trabajar fuera de Mallorca. Por si fuera poco nuestro mejor jugador ha estado todo el año en el dique seco por una operación de hombro y no ha podido jugar ningún partido. A nivel de entrenamientos hemos pasado cuatro meses horribles al entrenar cada día en la piscina exterior, con temperaturas muy bajas. Un frío extremo debido a la humedad y muchísima lluvia en muchos momentos nos lo han puesto muy difícil. Por lo tanto si debo valorar la temporada en dos palabras sería la de muy dura«, explica a WATERPOLISTA.com el entrenador del conjunto balear, Rubén Darío, quien considera que las claves del año pasan por haber sido capaces de «superar todos los obstáculos de empezar con un equipo prácticamente nuevo y unas condiciones de entrenamiento durísimas durante cuatro meses». «Pero quizás la clave más importante del equipo ha sido creer y asumir que con mucho trabajo, humildad y ambición a partes iguales, podían conseguir lo que por ilusión y nivel de merecían«, puntualiza.

| Un reto mayúsculo para las Islas

En este sentido, esa gesta deportiva del equipo supone «un reto mayúsculo». «Han pasado 22 años del último y único ascenso de un equipo balear masculino a nacional. Un ascenso seguido de un descenso inmediato. Así que todo el mundo puede imaginar el enorme mérito conseguido por este grupo de jugadores«, desvela Darío, que a su vez explica que «hasta 22 años ha estado este club luchando para volver a disfrutar algún día de las ligas nacionales. Muchísimos jugadores lo han intentado antes y se han quedado en el camino, y con ello sus ilusiones y mejores años. Lo conseguido es un homenaje a todos aquellos que un día y otro lo intentaron pero nunca tuvieron la fortuna de conseguirlo«, asegura un técnico que muestra su completo orgullo por el equipo que ha dirigido: «los defino de un corazón que no les cabe en el pecho. Lo más importante es mi objetivo de trabajar con buenas personas, humildes y con mucha ilusión y pasión por hacer cualquier cosa. En este caso nos ha tocado unirnos con la excusa del waterpolo. Porque el waterpolo únicamente es una excusa para seguir creciendo como individuos y como colectivo. Una vez focalizado todas nuestras inquietudes e ilusiones en un mismo camino, hemos logrado alcanzar el sueño global de todos los chicos«, apunta.

En esta misma línea, el técnico del CN Ciutat reconoce que «este ascenso está dedicado a todos aquellos clubes de comunidades con connotaciones tan adversas para alcanzar las ligas nacionales, que siguen sobreviviendo gracias a la tremenda ilusión y pasión de unos muy locos que se resignan a tirar la toalla, para mantener viva la llama del waterpolo fuera de los ejes centrales del waterpolo español«. «Sí q hay una gran diferencia si hablamos del gran problema de la insularidad que tenemos en las islas y todo lo que conlleva», comenta, al igual que desvela la hoja de ruta para esta próxima temporada: «los jugadores y el club deben afrontar esta gran oportunidad de jugar en segunda nacional como una experiencia enriquecedora y maravillosa. Van a poder jugar lo que llevaban años soñando porque además tienen el nivel para jugarla. Eso sí, 22 años de larga y dura espera para volver a nacional, «obligan» al club a hacer todo lo posible para conservar la categoría y no descender. Un descenso significaría tristemente la estocada definitiva al proyecto balear masculino», concluye.

@etoster