Rubén Darío: «Si la Federación no abre mucho más el abanico para poder ascender, muchos sueños e ilusiones se van a la basura»

El entrenador del CN Ciutat hace balance en WATERPOLISTA.com de la fase de ascenso que disputó el equipo balear dejando claro su opinión respecto al formato y las plazas que se pusieron en juego

Una vez más, el CN Ciutat fue el representante balear en la Fase de Ascenso a la Liga de la Segunda División Masculina. Sin embargo, lo cierto es que este equipo no logró hacerse con la plaza nacional después de una fase intensa e igualada donde los detalles marcaron el devenir del mismo. Aunque eso si, el técnico deja claro que «si la federación no abre mucho más el abanico para ascender a nacional (hay que recordar que primero la normativa decía que iban a subir cuatro equipos a nacional este año para un total de 16) muchos sueños e ilusiones de muchísimos equipos se van a ir a la basura». En todo caso, ya piensa en los próximos retos a la hora de seguir con el proyecto deportivo y de formación que lidera la entidad balear.

– ¿Qué balance haces de la fase de ascenso?
«Que si la federación no abre mucho más el abanico para ascender a nacional (hay que recordar que primero la normativa decía que iban a subir cuatro equipos a nacional este año para un total de 16) muchos sueños e ilusiones de muchísimos equipos se van a ir a la basura. Este fin de semana ocho equipos aspiraban a un sueño casi imposible de ascender porque únicamente había una plaza. Y todos ansiaban ascender para seguir creciendo como clubes. Además el ascenso es el único camino del progreso y la ilusión para aquellos equipos lejos del epicentro del waterpolo, como son Cataluña e incluso de comunidades ajenas a Madrid, Andalucía y el País Vasco, donde en estas últimas sus ligas territoriales gozan de buena salud. ¿Cómo mejorar por ejemplo en comunidades como Aragón, Murcia o Baleares por decir sólo unas pocas, si sus respectivas ligas son muy limitadas en equipo o nivel a día de hoy? Incluso para comunidades que han avanzado mucho como el País Vasco, lo van a pasar muy mal para ascender.».

– ¿Cuáles son las claves?
«Ha sido una fase donde cualquiera podría haber ganado. Echeyde ganó relativamente fácil a Donosti de 4 goles. Donosti nos ganó a nosotros de 2. Nosotros íbamos ganando de 5 a Chiclana y a su vez éstos ganaron de uno a Echeyde, primer clasificado. Las claves a mi entender en el triunfo de los canarios aparte del buen hacer de Marc Salvador y Albert Español con el equipo, es que varios de sus jóvenes han estado todo el año jugando en división de honor, y eso es una experiencia y un feedback increíble. Sin embargo la gran diferencia en que hayan quedado primeros y no últimos por ejemplo, ha sido poder contar con una estrella de talla mundial (retirado sólo un año antes) como Sergi Mora para fase. Jugador que en los dos partidos donde han pasado muchos problemas, ha marcado 7 goles y ha generado incluso más de manera indirecta hipotecando las defensas rivales. Por la parte de Chiclana y Donosti, decir que han mostrado un nivel altísimo (este grupo a priori parecía el «más asequible» en relación al otro donde estaban Badia y Alcorcón, pero se ha demostrado que el grupo de la «muerte» era el nuestro) con un juego muy trabajado y claro, donde hemos podido comprobar el nivel de sus ligas territoriales: Chiclana quedó cuarto en Andalucía y salió campeón en los play off. Donosti por su parte se ganó su plaza en la primera vuelta de la liga vasca, donde hasta cinco equipos pueden salir campeón y ganaron casi todos sus partidos (menos uno que perdieron) de un sólo gol de diferencia, demostrando la fortaleza de su equipo liderados por el emblemático Sergi Pérez. Por nuestra parte más de lo mismo. Por problemas de coste de vuelos (por la pandemia hay pocos y poco tiempo desde el sorteo de añadido) llegamos con sólo una hora de tiempo al partido (madrugón + avión + 2h30 en coche desde Málaga) a un partido ya clave por si mismo como era Donosti. Pero sobre todo el mayor hándicap ha sido que durante todo el año no hemos podido jugar ni siquiera un partido con un cuarto de la tensión, intensidad y nivel que requiere una fase de este calibre. Nos ha faltado repetir errores en situación de partidos donde se gana o pierde de uno, y poder así trabajar en ellos. Cuando por circunstancias ganas todos los partidos con una media de 15 goles como nos ha tocado a nosotros este año (el partido más cerrado ha sido victoria por cinco goles) es que no vas a poder competir en las mismas condiciones que los demás. Aún así dos derrotas por dos goles luchadas hasta el final y una derrota en los penaltis, habla de una manera excepcional de un grupo de locos mallorquines locos de remate por este maravilloso pero a su vez muy duro deporte (ya de por sí) en un lugar apartado de todos».

– ¿Qué ha supuesto para ustedes jugar la fase de ascenso?
«Primero de todo, jugar partidos acordes al nivel de los chavales. Estos partidos son los que les motivan todo el año para entrenar como locos, con una asistencia media de más de un 92% mensual a los entrenamientos, y sobre todo
seguir disfrutando de su mayor hobby. En segundo lugar jugar la fase les ha confirmado que son muy buenos y que pueden jugar en segunda nacional, y que sólo el haber nacido en el sitio equivocado «waterpolisticamente» hablando, les está impidiendo ser mejores. Porque los mejores jugadores no son aquellos que viven en Cataluña o Madrid, sino aquellos que por lo que sea, juegan ligas con un gran volumen de partidos tanto en cualquier categoría como en absoluto, y además se hace el esfuerzo de cuidarlos y mimarlos. Y en tercer lugar, ha sido una alternanza de sentimientos: desde el placer de jugar buenos y bonitos partidos, de compañerismo y solidaridad como grupo (hemos venido con 17 jugadores, cuatro de ellos que no podían entrar en la rotación), de confirmación y felicidad por ver que podemos competir y ganar a cualquiera, hasta de dolor y frustración cuando pierdes en los penaltis en un partido que de haber ganado hubiese supuesto ir al último día con mayor fuerza si cabe».

– ¿Qué retos se marcan ahora?
«Ir a los Campeonatos de España cadetes y juveniles y enseñar al resto del territorio nacional que en Baleares también hay locos por el waterpolo y que también saben jugar. Con los mayores, en caso de seguir con este proyecto tocará reflexionar y trabajar el aspecto mental. Otro año más entrenando demasiado duro para volver a llegar con demasiada desventaja respecto a los rivales a las fases de ascenso, y no conseguirlo puede ser mortal para el proyecto masculino en Baleares. Ver que por mucho que los chicos se esfuercen, ascender a nacional es casi imposible, puede llevar a muchos jugadores y con razón a alejarse poco a poco. Y recordemos que los jóvenes cuando llegan a la universidad muchos deben irse a estudiar fuera. Así que al igual que las chicas, el waterpolo balear sólo estando en nacional tiene sentido. Y pongo como ejemplo cuando estaba en Valencia y llevaba el Turia. Jugando el A en división de honor subimos al B a nacional. Después de eso empezaron a subir Elche, Godella y Castellón por este orden. Efecto dominó. Primero sube uno y luego el otro. No subes, mueres. Y sobre todo, seguir siendo felices. Nuestros jugadores son felices.».

twitter-bird@etoster

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