Sant Feliu necesita una piscina de 50 metros (y punto)

Una localidad de 50 mil habitantes y una instalación con 6 mil usuarios. Así se puede resumir, en números, la relevancia de El Complex en Sant Feliu de Llobregat. Es por ello que desde el Club vienen reclamando que la ciudad de un paso más. » La instalación está en buen estado, ya que para el Club es vital mantener su instalación al día en todos los sentidos, imagen, mantenimiento, innovación, mejora y calidad de los servicios, etc… El Club es una entidad de la ciudad y para la ciudad, por tanto y sin ninguna duda, uno de sus objetivos estratégicos es cuidar sus instalaciones de la mejor manera posible para que estas den el mejor servicio. El problema no radica en su estado, sino en su dimensión estructural, no es posible que no se puedan realizar más actividades y servicios, no es posible que lo equipos de competición tengan que salir de la ciudad para poder entrenar, no es posible que los vestuarios sean pequeños, no es posible que los proyectos no se puedan desarrollar por una limitación de infraestructura que es evidente. El Club tiene todas las categorías de waterpolo, natación y natación adaptada desde los equipos prebenjamines, dobladas en equipos femeninos y masculinos, es decir completa toda la línea femenina y masculina desde la base, pero no de ahora, desde hace años, y quizás fuimos pioneros en ello en su momento, pero este proyecto tiene que evolucionar y crecer, sino no tiene solución de continuidad queda totalmente cojo. Las instalaciones de los Clubs de natación no son únicamente centros deportivos, es una visión totalmente errónea, las instalaciones son zonas de servicio enormemente transversales dentro de la sociedad, no solo deportivas sino de múltiples conceptos: natación para bebes con familias (actividades conjuntas desde los 6 meses), aprender a nadar para niños y adultos (seguridad y motricidad), rehabilitación de lesiones o enfermedades (recomendaciones médicas), relaciones intersosociales y integración (jóvenes, mayores, discapacitados), mejora la imagen corporal (peso, estado físico, etc…), deporte de base y formación integral de valores «, explica a WATERPOLISTA.com Isaac Fulquet, Gerente del CNSF, quien considera que «una ciudad que se acerca a ese nivel de población y que está en plena transformación por las obras de “soterrament de las vías del tren” no puede tener un déficit de infraestructuras, hay que mirar más allá del día de hoy y proyectar la mirada en una apuesta firme y decidida hacia el futuro, sin ninguna duda hablamos de un proyecto de ciudad. Hay que tener en cuenta que la instalación esta en la zona más estratégica dentro del contexto de esa gran obra, siendo una oportunidad histórica a nivel de servicio i intercomunicaciones para la ciudadanía», puntualiza.

Es por ello, que llegados a este punto, desde el club alzan la voz para que se haga realidad una reclamación histórica: la construcción de una piscina de 50 metros. «Llevamos más de ocho años “peleando” y hablando este tema y ya llegamos tarde, no se puede esperar más tiempo para que esto sea una realidad, es hora de dejar de hablar y ponerse a hacer. No te podría dar una respuesta certera de los motivos, quizás lo que ha sucedido los últimos años ha tenido que ver, pero a día de hoy ya no hay excusas que valgan, es un proyecto irrenunciable a corto plazo«, explica el Director General del club, quien desvela que «la piscina no se entendería sin el edificio que le da soporte, es decir, la ampliación tiene que complementarse con más vestuarios y zonas de actividades terrestres que le den forma, seria como tener un gran coche sin un buen motor. El edificio es el complemento de confort y servicio complementario que ha de soportar la actividad, por tanto, la mejora radica en la infraestructura deportiva y la implementación directa de los espacios de servició para que el proyecto no tenga deficiencias. Es evidente y esta más que demostrado que disponer de mayores infraestructuras (en todos los sectores) repercute de forma directa en la ciudad, ser centro de entrenamientos (turismo deportivo) o poder organizar grandes eventos repercute en la ciudad, sin ninguna duda. (tanto social como económicamente). Por otro lado, que la ciudadanía disponga de mejores instalaciones mejora la calidad de vida, amplia el sentido de pertenencia y sitúa a la ciudad en el mapa como un elemento importante», apunta.

En este sentido, la falta de este nuevo espacio repercute directamente en el proyecto social, pero también deportivo: «es básico, competir con el mismo esfuerzo, pero con menos condiciones. No hablo de los primeros equipos, me centro en base, el Club tiene como el mayor de sus retos crear deportistas para el futuro, esto no es posible si desde la base no disponen de las condiciones necesarias para hacerlo. Si un equipo benjamín, alevín o infantil no puede cumplimentar su aprendizaje de base en un contexto de espacio, es muy difícil que su formación sea completa. Por ejemplo, si nuestros alevines de natación tienen que entrenar 10/ niños/as por calle es imposible que puedan trabajar los aspectos técnicos como deberían, al margen que es imposible adaptar las capacidades de velocidad y distancia al ser materialmente imposible repartir por niveles, estilos o conceptos. Lo mismo pasa en la sección de Waterpolo, si un/a alevín dispone de 30’ tres días a la semana en un recuadro pequeño de piscina, no existe el trabajo posicional ni la percepción de la ocupación de espacios, de la misma manera que no se trabajan transiciones, vamos imposible trazar una evolución natural desde las bases. En este sentido tenemos la inmensa suerte (también trabajada) de tener un equipo técnico que le saca el 200% de “jugo” al poco espacio disponible, la situación del club es merito de ellos, con su trabajo de cada día con unas limitaciones evidentes«, concluye