Dicen que el waterpolo es un deporte pasional en el que los nervios siempre están a flor de piel. Y razón no le falta a quien piensa esto. En ocasiones, los nervios llevan a la protesta y la protesta a recibir una amonestación por parte de los árbitros en el transcurso del partido. En Primera División los colegidos han sacado hasta en treinta y nueve ocasiones una tarjeta (roja o amarilla) a algún entrenador de la categoría. Si bien es cierto que de los doce técnicos tan sólo uno no ha recibido ninguna reprimenda. Éste es Sergio Aguilera y es el entrenador del CN Caballa.
Sin embargo, la figura de este técnico es poco habitual en la categoría si tenemos en cuenta los números. Los dos preparadores más apercibidos son Juan Pablo Sánchez del Acuasport Tenerife Echeyde y Ferrán Plana del Sant Feliu los cuales han recibido siete amarillas y una roja, así como cuatro amarillas y dos rojas, respectivamente. Muy de cerca están los entrenadores del antepenúltimo y penúltimo equipo de la Liga. Carlos Bellón del Concepción Lineal y Javi Ribas del Horta han sido amonestados con cinco amarillas y una roja entre los quince partidos disputados hasta el momento, mientras que a Javi Cortés que se entrenó este año en el banquillo de la Askartza le han sacado tres amarillas. Por su parte, Jota Murube del Dos Hermanas no ha recibido roja alguna, pero si una tarjeta amarilla hasta en tres ocasiones.
Éste particular ranking lo cierran Jesús Ordoñez ‘Tano’ (Sevilla), Rubén García (La Latina), Pablo Quattrocchio (Granollers) y Vicente Furio (Turia) que tan sólo han sido apercibidos en una ocasión con una tarjeta amarilla. El caso del Tres Cantos es algo peculiar porque han recibido tres amarillas pero dos entrenadores diferentes. Por un lado Sergio Fernández cuenta con dos en su haber (la última recibida este pasado sábado en el partido ante el Sevilla), y su segundo, Víctor Sánchez con una.
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FOTO: DOMINGO GRANDOSO