Toni Llaurado: el capitán que nunca pierde la sonrisa en el CN Ciutat, ahora en Segunda

Para Toni Llaurado el CN Ciutat supone un hogar, en el que disfrutar de una de sus pasiones. «Es un lugar en el que nos reunimos amigos muy cercanos para disfrutar del mismo entusiasmo. Además, y esto solo se ve a medida que uno crece, es una comunidad de formación educativa. Las consecuencias inevitables de permanecer en un grupo tan diverso de personas, sumado a la práctica de un deporte de equipo, son las de un aprendizaje de toda una serie de valores fundamentales y las de un crecimiento personal por todo el trabajo desarrollado. Y qué mejor que con un fin común, con personas de confianza y con risas infinitas», explica a WATERPOLISTA.com el deportista del club balear, quien a título particular considera que su evolución como waterpolista a día de hoy ha sido «irregular e insuficiente». «Irregular porque en diferentes épocas me he sentido, deportivamente hablando, de muchas formas diferentes. No considero que haya habido un crecimiento paulatino del jugador, sino más bien según el momento personal en el que he estado, he sido mejor o peor jugando. E insuficiente porque sé donde está la exigencia y valoro el trabajo bien hecho, hay diversos aspectos, tanto físicos, como técnicos, como tácticos, que todo buen jugador debería dominar y, a día de hoy, considero que no los domino», devela un jugador autocrítico que se caracteriza por ser finalizado. «De hecho mi posición habitual es la de boya. Soy un jugador con una altura y una envergadura superiores a la media de los jugadores amateurs y junto a los recursos de acabados en boya que tengo mi fuerte es el cuerpo a cuerpo frente a la portería«, apunta.

En este sentido, Llaurado como capitán del equipo entiende que hoy día aporta «gracia, simpatía y confianza«. «Siempre llego a la instalación con buen humor y me alegra mucho ver a mis compañeros. Soy algo curioso y con ellos siempre tenemos temas de conversación en común e intento mantener conversaciones en las que desarrollen otros temas de los que dominan. Encuentro profundamente enriquecedor permanecer en un grupo con gente de tan diferentes edades, trabajos y, en definitiva, historias entre sí«, detalla un jugador que desvela que el proyecto del club pasa por anunciarse al waterpolo nacional. «El salto a divisiones nacionales de un club no proveniente de una Comunidad Autónoma tópica supone un golpe sobre la mesa, tanto para nosotros para aprovechar la oportunidad como para los demás para que comiencen a considerarnos. Esta es la manera que tiene el Club para seguir adelante e inevitablemente seguir con la formación deportiva y educativa de todos los compañeros y compañeras del Club»; comenta, al igual que desvela la hoja de ruta a nivel colectivo: «el objetivo del equipo consiste en mantener la permanencia en Segunda Nacional. Una vez asentados, el deber del equipo es enfocar su futuro en la progresión hacia la siguiente división. De esta forma, los jugadores podremos sentirnos más vivos que nunca por las ganas de jugar a un waterpolo de calidad, de ser mejores jugadores y de demostrar de lo que somos capaces. Todo ello haciendo lo que más nos gusta«, concluye.