Crousillat, capitán del barco francés

Es un orgullo formar parte de este equipo”. Palabra de capitán. En este caso, del líder de la selección francesa Ugo Crousillat, quien ya sabe lo que es ganar una medalla en las Piscinas Picornell, en las que asegura que es un placer jugar. Lo hizo durante su etapa en el combinado nacional de Montenegro, con el que se proclamó subcampeón del mundo en 2013 tras caer ante Hungría en una final en la que anotó un tanto.

Ahora, cinco años más tarde, encabeza en este Campeonato de Europa un grupo de jugadores muy jóvenes con mucho margen de mejora del que, según él, se siente afortunado de formar parte. “Si continuamos trabajando de este modo, seguiremos mejorando”, comenta Crousillat, quien confía en el futuro de un waterpolo francés que ha sufrido una gran evolución durante los últimos años. Sobre todo, considera que les falta experiencia. Una inexperiencia que seguramente haya sido uno de sus puntos débiles en el campeonato, tal y como él mismo admite. “Estoy triste porque nuestra ambición era llegar a los cuartos de final”, afirma el capitán galo, quien asegura que ahora lucharán por ganar los partidos que les quedan para acabar el torneo con buen sabor de boca.

@nicolasarlanzon