Un grupo con rivales asequibles

La selección española masculina se presenta al Europeo de Split con la papeleta de ser señalado como el favorito al título. Algo lógico si tenemos en cuenta que hace algo menos de mes y medio se colgó la medalla de oro en el Campeonato del Mundo de Budapest. Ahora en esta cita que se espera (cuanto menos) intensa, el equipo nacional español no sólo logrará hacer historia con un doblete jamás visto (al menos en tan poco tiempo), sino que busca romper la sequía de títulos europeos, ya que a pesar de contar con tres platas, España nunca se ha proclamado campeón de Europa. De cara a este reto, los chicos de David Martín afrontarán primero una fase de grupos accesible para calentar motores. Sus rivales no son otros que Rumanía, Países Bajos y Alemania.

| El nuevo director de orquesta rumano

Por un lado, encontramos a la selección rumana, que en este 2022 se cumplen seis décadas de la primera participación de Rumania en un Europeo. Fue en el de Leipzig en 1962. En aquel torneo terminaron quintos, todo un éxito para haber sido un debut. Es el mejor resultado que protagonizaron hasta 1993 cuando lograron la cuarta plaza tras haber sorprendido a Croacia en Cuartos de Final. Una sorpresa que volvieron a llevar a cabo en 2006 al derrotar contra todo pronóstico a Italia en Cuartos. Desde aquel momento la participación en estas citas europeas del equipo rumano ha sido más discreta mantuviéndose entre el noveno y undécimo clasificado. Esta línea es la que ha seguido en otras citas internacionales, ya que a pesar de casos puntuales, Rumanía nunca ha estado cerca de subirse al podio. En las citas olímpicas las mejores posiciones se dieron en Montreal 1976 y Tokio 1964, cuando terminaron cuartos y quintos respectivamente. La última vez que compitieron en los Juegos fue hace exactamente 10 años cuando terminaron décimos en Londres en 2012. Es una historia similar en los Campeonatos del Mundo donde compitieron por última vez en 2013 en Barcelona (acabaron décimo terceros). Su mejor resultado en el Campeonato Mundial fue una quinta plaza en 1975 en la ciudad colombiana de Cali. Eso sí, Rumanía llega a Split con gente nueva y un bloque más joven sin las habituales figuras experimentadas. Pero también lo hace con la novedad en el banquillo, tras la llegada Bogdan Rath, que jugó para la selección italiana tras haberse nacionalizado.

Otro de los rivales de España en la fase de grupos serán los Países Bajos, que cuenta con una dilatada trayectoria en lo que se refiere a waterpolo, aunque eso sí a diferencia de su selección homóloga, los chicos hacen décadas que no son capaces de luchar por estar entre los mejores. No obstante, la apuesta que vienen haciendo es destacable, y viene siendo habitual ver a internacionales neerlandeses jugando Ligas europeas, como la española, sin ir más lejos. No obstante, los tiempos pasados fueron bien diferentes, ya que en los inicios de las grandes citas internacionales, Holanda era uno de los países más habituales y frecuentes en el circuito, con un equipo nacional extremadamente exitoso. Alguna vez fueron campeones de Europa (Viena 1950), y un nombre está entretejido en la historia de los campeonatos europeos de waterpolo. Ruddy van Fegellen, el van Basten del waterpolo, estableció un récord de 35 goles en el torneo de Viena de 1950. Hasta el día de hoy, esta es la segunda mejor actuación entre los goleadores en un torneo, solo superada por el legendario español, Manel Estiarte, que marcó un gol más: 36 en Atenas 1991. Los holandeses también ganaron el bronce una vez en el Campeonato de Europa. Eso fue en Londres en 1938. Después de la Segunda Guerra Mundial, Holanda solo se ha perdido tres Campeonatos de Europa: en Málaga en 2008, en Zagreb en 2010 y en Budapest en 2014. A su vez, compitieron casi regularmente en los Juegos Olímpicos de 1908 a 2000 y lograron su mayor éxito en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948 y los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 cuando ganaron una medalla de bronce con el entrenador croata, el difunto Ivo Trumbić, miembro del Salón de la Fama Sin embargo, hay que insistir que los tiempos han cambiado y aunque es un equipo que apuesta mucho por el físico y por ser ordenado en su juego, no aspira a luchar por estar entre los mejores, pero bien es cierto que aspìra a pelear por la segunda plaza de grupo, que sobre el papel se jugará ante los alemanes.

| Alemania como país pionero

Justamente Alemania será el tercer rival de España en la fase de grupos, y como ocurre con Países Bajos su influencia internacional ha variado considerablemente, ya que a pesar de ser pionero en los Campeonatos de Europa, el equipo germano juega un papel discreto en este tipo de citas. Para entender la relevancia alemana en las históricas citas europeas se puede apuntar que fue uno de los cuatro equipos que participó en el primer Campeonado celebrado en Budapest en 1926 junto a Hungría, Bélgica y Suecia. Por todo ello es normal que haya muy pocos Campeonatos de Europa en los que no haya participado ningún alemán, por ejemplo en 1927, 1947, 1950 y 1962. Con una historia tan larga de competiciones, es lógico que también tengan medallas, especialmente porque Alemania Occidental fue la potencia europea más fuerte en la década de 1980. Durante ese tiempo, fueron dos veces campeones de Europa. La primera vez en 1981 en Split y la segunda vez en 1989 en la entonces capital Bonn. No olvidemos la medalla de bronce en Sofía en 1985. El núcleo de la selección alemana en ese momento era el club berlinés Spandau 04, que ganó 4 títulos europeos de clubes en esa década. Pero esas no son todas las medallas que los jugadores de waterpolo alemanes han ganado en los Campeonatos de Europa. También tienen 4 medallas de plata (París 1931, Magdeburgo 1934, Londres 1938, pero también Utrecht 1966 con el equipo de la RDA), así como dos medallas de bronce más (Budapest 1926 y Viena 1995). Los éxitos de trofeos de Alemania en waterpolo están asociados en gran medida con Croacia, puesto que ganaron el primer título del Campeonato de Europa en 1981 en Split y la última medalla europea fue el bronce en 1995 en Viena, la capital de Austria cuando vencieron a Croacia. Sin embargo, a pesar de este destacado palmarés a nivel continental y éxitos en otras citas como las Olimpiadas (oro en Amsterdam 1928), para ellos las cosas ahora son bien diferentes. La última medalla que ganó Alemania en waterpolo fue hace 17 años, y fue un bronce en la Liga Mundial 2005 en Belgrado. Ahora se presentan en Split con el reto y el sueño de colarse en los Octavos de Final, y porqué no en Cuartos, algo complicado a pesar de contar con un equipo sólido con experiencia europea (la mayoría de sus jugadores compiten en el Spandu 04 y Waspo Hannover 98 que participan en Champions League). Veremos en todo caso, si todo esto es suficiente como para alcanzar a dar una sorpresa ante un coloso como España.

@etoster