Víctor Gutiérrez: «En el deporte ser gay o lesbiana es un tema tabú»
El madrileño es uno de los pocos deportistas profesionales en hacer público su homosexualidad, una decisión que tomó con la idea de ayudar a visibilizar la lucha LGTBI dentro y fuera del deporte
Víctor Gutiérrez es considerado uno de los 100 gays más influyentes de España. En el año 2016 el ahora jugador del CN Terrassa anunció públicamente su homosexualidad en una entrevista concedida en la Revista SHANGAY. Ya en aquel momento, el deportista madrileño puso en valor que con esa decisión buscaba ayudar a visibilizar la lucha del colectivo LGTBI y más en el mundo del deporte, ya que según Víctor hay mucho camino por recorrer. «Todavía es un tema tabú», reconoce en WATERPOLISTA.com el boya español.
– En su momento, ¿por qué decidiste hacer público tu homosexualidad?
«Decidí hacer pública mi homosexualidad porque había un momento que yo me planté que podía hacer para hacer el camino más fácil a otras personas. España es un país pionero en la lucha de los derechos y libertades del colectivo LGTBI. Gracias a que muchas personas han luchado para conseguir estos derechos y toda esta dignidad. Yo me planté cual podía ser mi granito de arena a toda esa lucha y sentí la responsabilidad de tener que hacerlo. Sí que es verdad que siempre que se habla de deporte y homosexualidad siempre lo hacemos por algo malo: agresión, abuso o alguien que ha tenido que dejar el deporte por ese motivo. Mi experiencia en ese sentido era positiva y me parecía muy importante compartirla. Creo que es importante anunciar todas estas cosas negativas que te he contado, pero también importante hablar de las cosas buenas. Yo nunca he sentido rechazo por mi orientación sexual en mi deporte. Ese mensaje para los más jóvenes es de mucha ayuda. Da igual quien tú seas o cual sea tu orientación sexual que puedes llegar a la elite del deporte».
– ¿Fue una decisión complicada?
«No fue una decisión que tomase de un día para otro. Llevaba un par de años dándole vueltas a la cabeza, pensando que quizá sería una buena idea hacerlo. Cuando yo sentí que tenía la madurez suficiente para poder afrontar las cosas buenas que me llegasen, pero también saber que al exponerme podían llegarme críticas y recibir opiniones negativas. Cuando yo estuve con la cabeza suficientemente amueblada para entender que eso también podía pasar, y saber llevarlo, decidí visibilizarme. Reconozco que cuando me mandaron la portada, que lo iban a sacar a la calle, me entró un poco de miedo escénico pero me tranquilicé pensando que no era una decisión que tomaba en caliente, era una decisión sopesada, era lo correcto. Me alegro mucho de haberlo hecho, quizá me arrepiento de no haberlo hecho antes».
– ¿Ha cambiado tu vida desde que lo anunciaste?
«Mi vida en cuanto al deporte no ha cambiado nada. Sigo jugando al waterpolo, que es mi pasión, no se me ha cerrado
ninguna puerta. Cambié el Canoe por el Terrassa, creo que este hecho es un buen termómetro para demostrar que mi orientación sexual no me ha zancadilleado en ese sentido. El Terrassa ha fichado un jugador de waterpolo, basándose en mi rendimiento y en mi calidad humana. Mi vida no ha cambiado deportivamente, académicamente tampoco, ya terminé mi carrera. Sí que es verdad que a nivel redes sociales te vuelves una persona un poco conocida, me ha hecho visible, y me ha permitido acercarme a las historias que me ha hecho comprender el sufrimiento que genera tener una orientación diferente. Muchos chicos y chicas lo pasan mal y sufren homofobia, en medida de lo posible ser un poco partícipe de ellos puedan sentirse un poco mejor o ayudarle con mi testimonio».
– ¿Qué supone para ti que a día de hoy seas considerado uno de los 100 homosexuales más influyentes del país?
«Que me consideren uno de los 100 homosexuales del país es todo un orgullo, si es que verdad que es una lista subjetiva hecha por una persona, y estar allí es un reconocimiento al labor que yo hago. No quería simplemnte salir del armario y ya. He intentado siempre tener una actitud participativa en cuanto al activo LGTBI, dando la máxima visibilidad posible aprovechando cada oportunidad que tengo. Defendiendo que hace falta más referente positivos en el mundo del deporte».
– ¿Falta aún mucho por avanzar en este tema en el ámbito deportivo?
«Desgraciadamente aún falta muchísimo. Un buen reflejo de cómo está la visibilidad del colectivo LGTBI en el deporte es cuantos futbolistas hay fuera del armario, de baloncesto, tenistas.. Todavía en el mundo del deporte ser gay o lesbiana es un tema tabú que no se te trata ni con normalidad ni naturalidad. Es un reflejo de todo lo que queda aún por hacer. En los últimos JJOO de Rio de Janeiro 2016 de más 11.500 atletas solamente el 0,4% se visibilizó como integrante del colectivo LGTBI. Sigue existiendo muchísimo miedo y rechazo aún por parte de Federaciones, miedo a perder contratos… Para mi cuando un futbolista salga va a suponer un gran cambio no solamente para mí, y el mundo del deporte, sino también la sociedad, el que piense que no que vaya a los datos y vea cuanta gente es visible».
– ¿Hay que seguir el ejemplo de cómo se ha combatido el racismo?
«Siempre equiparo la lucha de LGTBI fobia a la lucha contra el racismo. Todos tenemos muy asumido que hay que tener una tolerancia cero contra conductas racistas. Sobre todo en recintos deportivos hay mucha sensibilización de la gente, y muchas campañas. Aunque sigo habiendo racismo en el deporte saben perfectamente que aquellos que hacen esos cánticos se exponen a la expulsión del recinto deportivo, sanciones económicas, a los clubes les pueden cerrar los estadios. El racismo se condena y se persigue con la ley por delante. Eso tenemos que conseguir con la LGTBI fobia. A día de hoy los comentarios de maricón o bollera en los recintos deportivos ni siquiera quedan recogidos en acta. Existe una especie de impunidad y creo que es muy importante que por ley se prohíba esto en los espacios deportivos, se persiga, se condene y se sancione».
– ¿Qué les dirías a aquellos que tienen miedo a declarar su homosexualidad?
«A todos aquellos chicos y chicas que tengan miedo de visibilizar su homosexualidad les diría que la vida es demasiado corta y bonita para vivirla encerrado en un armario. No merece la pena vivir detrás de una careta con miedo. Hay muchísimas cosas y personas maravillosas para todos nosotros. Que sean valiente, a veces hay que hacer las cosas incluso con miedo. Las personas que les quieren lo van a seguir haciendo. Los pequeños gestos, aunque a veces pensemos que no sirven para nada, pueden servir de inspiración para otras personas. Les animo a que esa mochila, con tanto lastre que arrastran, que la dejen y sean valientes».