Vitaly Denysenko: de su llegada accidentada a España en 1999, a asentarse en los banquillos

Vitaly Denysenko lleva más de 25 años vinculado al waterpolo español, a donde llegó en 1998 tras disputar el Campeonato de Europa en Sevilla. En un primer momento tenía una oferta para jugar en el Olivar, sin embargo, problemas con el transfer internacional truncó sus planes y en noviembre abandonó el club. Aunque no pudo jugar durante toda la temporada, sí que estuvo entrenando a lo largo del año con el Sabadell, pero sin tomar de la partida. «Fue un año muy duro para mí», reconoce a WATERPOLISTA.com Vitaly, que al año siguiente retomó la actividad oficial, jugando en Pamplona. Allí dice haber vivido una buena experiencia, quedándo a las puertas de dar el salto a División de Honor. Liga a la que aterrizaría por medio del Aguas de Valencia, que iniciaba por aquel entonces un ambicioso proyecto. «Ahí empezamos a fichar a jugadores internacionales, y ex jugadores de División de Honor española. Cuando estuvimos peleando el ascenso a División de Honor comenzaron a llegar muy buenos jugadores. Popovich, Chava, Luis Cruz, Ramón Díaz… empezamos a acoplar a muy buenos jugadores para ascender y asentar al equipo en la máxima categoría», recuerda el ex jugador, que una vez logró el objetivo tomó la difícil decisión de colgar el gorro. Sin embargo, mantuvo su relación con el balón amarillo como segundo entrenador del equipo, iniciando su carrera en los banquillos. «Estoy muy agradecido de mi etapa como jugador y de los jugadores con los que he compartido tantas experiencias», apunta.

A lo largo de este tiempo, el ucraniano ha crecido como entrenador, teniendo claro que la diferencia entre el Vitaly jugador con el Vitaly entrenador es grande. «Como jugador me divertía mucho, trataba siempre de jugar para el equipo, centrándome más en mi esfuerzo físico personal. Como entrenador hay que centrarse más en analizar, trabajar más el aspecto mental, dirigir al equipo desde fuera del agua. La toma de decisiones en apenas segundos es lo que más me costaba al principio. La experiencia en el banquillo de división de honor me sirvió muchísimo para mejorar. Siempre trato de mejorar año tras año, y quiero seguir haciéndolo. Es un puesto en el que aprendes durante toda la vida, sobre todo en las derrotas, es cuando hay más que analizar y es cuando más se mejora«, comenta el ahora entrenador en el CW Morvedre, quien tiene muy claro cuáles son las diferencias entre el waterpolo español y el balcánico que tanto conoce. «Hay bastantes diferencias. En el waterpolo balcánico hay un juego mucho más físico, al menos en mi época como jugador. Allí se vive con el balón, mucho mucho mucho balón. Seguramente no se vive ni un 40% de lo que se nada aquí en España. Es algo que noté mucho cuando llegué a España, y es algo en lo que tuve que trabajar mucho para mejorarlo. Son estilos de waterpolo diferentes, allí un estilo más fisico-técnico, y aquí en España es más nado-estrategia», asegura Denysenko quien ha enfocado su vida al waterpolo desde los nueve años. «Desde entonces estoy loco por el balón. He tenido muy buenos momentos con diferentes equipos, cosa de la cual estoy más que agradecido. Cuando empecé a entender el español me di cuenta de lo que me ayudaba la gente, fue increíble. En Aguas de Valencia disfruté mucho del equipo, con muy buenos recuerdos. No puedo elegir un momento en concreto, estoy totalmente agradecido al waterpolo por haberme dejado vivir todos los momentos que he disfrutado«, detalla un técnico que lleva ya tres años en su actual club. «Cuando llegué hicimos un análisis del club en todas sus categorías, para mirar hacia futuro. A mi llegada, el equipo absoluto estaba ciertamente incompleto, sin embargo había una muy buena cantera, sobretodo la generación 2005-2006, por lo que me centré en ellos para subirles el nivel y que llegasen a completar el equipo absoluto. Tras 3 años hemos conseguido ese objetivo, teniendo ahora un equipo absoluto completo y con un nivel muy similar en todos los jugadores. Ahora empezamos a tener un muy buen equipo, incluso mirando para jugar en Nacional«, comenta.

Por último, Vitaly que dice no ser mucho de política, ve desde España la incomprensible guerra que vive su país. «Pero analizando la situación, creo que está guerra no le favorece a Rusia, pero a Ucrania le perjudica el doble que a Rusia. Rusia y Ucrania son dos pueblos hermanos, pero ya sabemos a quien le interesa este conflicto… Sufro mucho sabiendo lo que está ocurriendo, creo que tenemos que ver a quien le interesa está situación, y quien ha creado este desastre», sentencia.