Xavi Padilla y un legado arbitral de 42 años y más de 1200 partidos dirigidos

Hay figuras del waterpolo que desde la humildad, el sosiego y el buen hacer fomentan desde su ámbito la actividad del balón amarillo. Uno de ellos es Xavi Padilla, que a sus cerca de 60 años y después de 42 temporadas y 1200 partidos dedicados al arbitraje, ha optado por dar un paso a un lado, debido en gran parte a que roza la edad máxima para continuar en activo. «Es momento de dejar ese espacio para árbitros que empiezan para que tengan más oportunidades«, reconoce a WATERPOLISTA.com un árbitro catalán que a lo largo de su periplo a pie de piscina (35 de ellos como Nacional) se ha caracterizado por ser un profesional que siempre ha tratado de trasladar a lo jugadores (sobretodo a nivel de categorías inferiores) el buscar la movilidad y el hecho de luchar cada balón para buscar el gol. Bajo esta premisa, la evolución protagonizada durante esta aventura ha tenido varias etapas, pero en su mayoría satisfactorias. «Ser árbitro nacional para mí ha sido un orgullo, y más teniendo en cuenta que me dedico a la gestión deportiva, por lo que siempre ha sido un complemento importante«, detalla.

En este sentido, por su dilatada experiencia, Padilla conoce el nivel que reboza el arbitraje español: «es excelente», reconoce, al igual que considera que en las diferentes competiciones nacionales se ve reflejado ese nivel «tan alto» del que disfrutamos en España. En todo caso, Padilla entiende que a nivel de divulgación pedagógica se podría hacer más, ya que considera que muchas veces no es tan visible el papel de los árbitros, quienes «deben tener unos conocimientos de las normas y reglas para su interpretación». «Se debería de valorar más lo complejo que es ejercer el arbitraje«, puntualiza al igual que pone en valor el peso que juega Cataluña a nivel arbitral en nuestro país, aunque a su vez celebra el trabajo que se vienen haciendo en otras Comunidades. «Hoy en día hay árbitros nacionales de prácticamente toda España y eso es bueno, sobretodo en aquellas Comunidades donde el waterpolo tiene poca presencia. Es algo que ayuda también al fomento del deporte, ya que me ha sorprendido gratamente el ver tan buen nivel de todos mis compañeros«, asegura el colegiado catalán, el cual mantendrá ahora desde otra faceta un vínculo especial con el balón amarillo.