Ya no será tan fácil cambiarse (fugazmente) de nacionalidad

En los últimos años hemos normalizado el que un jugador cambie de manera repentina de selección, dependiendo (en algunos casos) de la competición al que se enfrente. Muchos son los ejemplos. Esta es una fórmula que tiene sus detractores, pero también sus simpatizantes. Sin embargo, la World Aquatics han decidido tomar cartas en el asunto, y es por ello que ha ampliado los plazos para cambiarse (y por tanto adquirir) de nacionales en lo que respecta al ámbito deportivo. Hasta el momento un deportista tenía que esperar al menos un año para obtener el derecho a jugar en un nuevo equipo nacional después de cambiar de ciudadanía. Ese plazo se prolonga a tres año, que es el tiempo que tiene que esperar desde su última internacionalidad con su anterior país. A su vez hay que tener en cuenta que «el deportista deberá ser ciudadano por nacimiento o naturalización del país. También deberá tener una residencia ininterrumpida en el nuevo país durante al menos tres años antes de sus primeras competiciones internacionales o deberá poder demostrar al final del período de espera a más tardar, que tiene una relación cercana. y vínculo establecido con el país o país deportivo que representará”. Estas reglas entraron en vigor el 23 de febrero.