Adrián Abad: «Los entrenadores tenemos una responsabilidad muy grande como educadores»

El CN Ciudad de Alcorcón se ha caracterizado esta temporada por contar con una joven plantilla que ha su vez ha tenido la novedad de la llegada este curso al banquillo de Adrián Abad, quien considera que la temporada ha sido «una montaña rusa». «Empezamos adaptándonos a un nuevo juego, costándonos un poco y cuando ya lo habíamos conseguido, por un empate y a sólo un gol nos fuimos al grupo de abajo, lo que resultó un mazazo grande para todo el equipo», reconoce a WATERPOLISTA.com el técnico madrileño que ha puesto el foco en cuanto a las claves a «la adaptación tardía, a un nuevo sistema de juego, basándonos en la compresión del waterpolo. Esto sumado a quizá en algunos momentos a el poco compromiso, te da el resultado que llevábamos», puntualiza Abad, a la par que considera que como determinante el grupo jugadores que viene de abajo que lo define como «bastante bueno». «Así, si lo sumamos a las que ya están, los objetivos o la ruta que nos marcamos es intentar consolidar un buen equipo para optar a luchar por los primeros puestos de la liga«, apunta.

En este sentido, Abad explica que tiene la sensación de que la actual plantilla a pesar de su juventud está «aprendiendo waterpolo«, entendiendo por esto «mucho más que pasar, chutar, hacer esta jugada o la otra», y justo esto es algo que «me consuela, a pesar de los resultados, porque se que es algo que les va a quedar para toda la vida«, comenta a la par que valora la situación del waterpolo. «Sinceramente, ya no la situación actual de Madrid, sino en España en general está decayendo mucho. Podemos salvar por los pelos a Barcelona (al final es donde se mueve todo) pero cada año va a peor. Intentan arreglarlo con reglas o métodos que bajo mi punto de vista no ayudan mucho, a esto sumado a que los niños ya no tienen tanto interés porque lo que ven por arriba no es tan bueno como lo que podíamos encontrarnos cuando yo jugaba, la demasiada potestad que tiene los árbitros para decidir partidos, sin castigos aparentes, y lo poco permisivos que son a la hora de poder preguntarles el porqué han decidido actuar así, lleva tanto a entrenadores como a deportistas a pasar más del tema, primero porque vienen a pasárselo bien y segundo porque al final es un esfuerzo con muy poca recompensa. Pero volviendo a Madrid creo que las instituciones apoyan cada vez menos y el IMDER (el centro de alto rendimiento de madrid) ya no es tan llamativo para los deportistas que realizan este deporte, que cada vez están más desanimados», detalla un técnico que a su ves desvela cuál es su hoja de ruta a título personal: «me gustaría seguir ayudando a formar a personas tanto deportivamente como personalmente, ya que creo que los entrenadores tenemos una responsabilidad muy grande como educadores, ya que también transmitimos una serie de valores que van a adquirir tanto en los entrenamientos como en los partidos. Sea donde sea, me encanta poder transmitir lo que a mi me enseñaron todos los entrenadores que he tenido desde mi filtro, sin ponerme techo alguno. También sigo ayudando al equipo masculino, ya que, creo que todavía soy demasiado joven para dejarlo, me encanta hacer deporte y me apasiona el waterpolo», sentencia.

@etoster