Josu Barrenetxea se doctora por amor al waterpolo y a un pasión total

Cuando uno tiene un objetivo entre ceja y ceja, todo esfuerzo que uno realice para cumplir tal fin será puesto en valor. Ese es el caso de Josu Barrenetxea, que esta pasada semana defendió ante el tribunal la tesis doctoral titulada “Influencia de factores antropométricos, fisiológicos, edad relativa y entrenamiento en el rendimiento de waterpolo”. Un largo proyecto que comenzó de casualidad, es más la idea surgió tomando un café. «Hace cinco años, cuando estaba trabajando de Director Técnico y entrenador del Leioa Waterpolo, tenía de costumbre comer casi todos los viernes con mi mejor amigo. En una de esas quedadas me presentó a un amigo con el que había estudiado fisioterapia y era profesor de la Universidad del País Vasco. Compartimos inquietudes, surgieron preguntas y posibilidades (siempre con el balón amarillo en el fondo); y tras la tertulia, no lo dudamos. Maldito café», recuerda con cariño en WATERPOLISTA.com el técnico vasco, quien define el proceso como «una auténtica locura».

| Una montaña rusa de emociones

«A pesar de que me siento súper orgulloso por el trabajo que hemos realizado y por la suerte que he tenido tanto con Susana como con Jon, mis directores, el proceso ha sido intenso. Los primeros tres años al estar en el Club trabajando por las tardes era bastante llevadero (aunque no parabas mañana y tarde). Sin embargo, hace dos años, cuando empecé en el colegio como profesor, al volver a casa se hacía muy duro ponerme con ello. Compaginar un trabajo con la Tesis Doctoral es un tándem poco recomendable, pero merece la pena si la curiosidad tira del carro y la familia te acompaña», explica Barrenetxea, quien reconoce que a nivel personal este proceso ha sido «una montaña rusa». «Momentos agradables y “de subidón” junto con momentos desagradables y de frustración. Vivir en la escala de grises ha sido casi utópico. No obstante, me siento un privilegiado porque en todo momento tanto la familia como las amistades han estado presentes. De hecho, mucho más que yo. Lecciones de la vida«, puntualiza.

Con todo esto, y ahora ya en frío, Josu es capaz de hacer un análisis, a la hora de considera que esto ha supuesto para el en primer lugar «una liberación». «Somos momentos y necesitaba cerrar este capítulo ya. Supongo que con el tiempo seré más consciente y le daré más importancia porque realmente ha supuesto un desafío increíble y lo he disfrutado mucho«, asegura a la par que describe más en profundidad la tesis: «nos propusimos a estudiar las variables que influyen en el rendimiento del jugador y jugadora de waterpolo. Por un lado, quisimos caracterizar el perfil del waterpolista de élite internacional comparando y estudiando la relación entre los parámetros antropométricos, la edad relativa, la lateralidad y el rendimiento final en diversos Campeonatos. Por otro lado, gracias al Club Leioa Waterpolo (Jon, Gorka y Castro en especial) estudiamos las diferencias en los parámetros antropométricos y fisiológicos en jugadores y jugadoras de diferentes categorías (cadete vs. senior); y realizamos una intervención con el fin de investigar el efecto de dos programas de fuerza con orientaciones diferentes durante el período competitivo en el rendimiento final y dolor de hombro», argumenta a la par que confiesa que para él, «el waterpolo forma parte de mi vida y siempre he sentido la obligación de intentar aportar un granito de arena para compensar, en cierta manera, todo lo que he recibido por su parte». «Quizás conocer a Beto y lo que me generó a nivel profesional y personal sus aportaciones e ideas (y las de sus compañerxs) fue el gran detonante, la punta del iceberg, para investigar, seguir creciendo y reaprendiendo. Así somos los y las waterpolistas», sentencia.

@etoster