La lección de vida que nos brindó Víctor Gil

En en el año 2017 la vida nos dio un golpe a la familia del waterpolo español, y en particular del residente en Aragón. Y es que Víctor Gil, portero hasta ese momento de un histórico como el CN Helios nos dejó debido al tumor cerebral que venía sufriendo desde años atrás. Como bien caracterizaba su personalidad guerrera, el deportista aragonés luchaba por superar una enfermedad que le mantenía alejado de su gran pasión: el waterpolo. Tras ser operado, Víctor se mantuvo cuatro meses alejado de las piletas, sin embargo, contra todo pronóstico llegó al final de temporada y pudo inclusive jugar varios minutos en la última jornada: «Fue un momento importante para mi, porque sentí el respaldo de todos mis compañeros después de meses de esfuerzo«, reconoció el propio Víctor en una entrevista concedida a esta web, donde demostró que jamás tiraría la toalla. Y así ha sido. Y es que Víctor fue siempre un luchador. Un luchador al que el destino y la mala fortuna le obligó a aferrarse a la esperanza para crecer y superarse cada día. Al fin y al cabo, llevó esta idea hasta las últimas consecuencias. Se agarró a cualquier posibilidad con tal de afrontar sin miedo el desafío y a la vez el partido más importante de su vida. No me equivoco si digo que ha sido una persona que nos ha enseñado a luchar, a no detenernos por nada pero sobretodo a mirar la vida de otra manera, y siempre aferrándote a una de tus pasiones que en el caso de Víctor esa pasión era el waterpolo, ya que como bien dijo en reiteradas ocasiones, «El waterpolo para mi lo es todo». E»s el salir de casa para practicar deporte, estar con los amigos, desconectar y hacer lo que más mes gusta con los míos. Soy un forofo del waterpolo: el mejor deporte», llegó a decir.

@etoster