La pasión de Joao Brandao: de Guanabara a Santiago de Chile

En 1994, cuando tenía 12 años, Joao Brandao siguiendo los pasos de su hermano se sumergió en el waterpolo por medio del Clube de Regatas Guanabara, de Río de Janeiro. En Guanabra, además de haber tenido la oportunidad de aprender y formarse bajo la estela de un referente para él como Ângelo Coelho formó parte de una generación muy especial que consiguió grandes hitos del deporte al haber cosechado títulos brasileños y estatales. Una vez empezó la Universidad dejó a un lado el waterpolo en activo para centrarse en su carrera como profesor de educación física. «En ese momento empecé a trabajar como segundo entrenador, y un año después asumí el cargo de entrenador de la Academia Militar das Agulhas Negras, que participa en competiciones entre las fuerzas armadas brasileñas. También trabajé como entrenador de juveniles y segundo entrenador de absolutos en el Botafogo de Futebol e Regatas durante nueve años años«, explica a WATERPOLISTA.com el técnico brasileño que entre los años 2014 y 2016 durante un periodo en el staff del Botafogo, estuvo a su vez como analista de vídeo de la selección brasileña a las órdenes de Ratko Rudic. «Fue sin duda uno de los periodos más difíciles de mi carrera, dado su nivel de exigencia. Tras el final de los Juegos Olímpicos, vine al Stadio Italiano. Reorganizamos todo el deporte en el Club y volvimos a ganar títulos nacionales y buenos resultados en competiciones en otros países sudamericanos. También empezamos a tener todas las categorías, aumentamos el número de deportistas y, con ello, creamos un círculo virtuoso y un gran sentimiento de pertenencia al club«, puntualiza el técnico encargado de liderar el proyecto de este equipo De Santiago de Chile donde cuentan con alrededor de 130 deportistas.

| Pasos para ayudar el progreso

Sin embargo, lo cierto es que su peso en el waterpolo chileno no se ha reducido estos años al club, sino que a su vez ha dirigido a la selección nacional masculina en el año 2018. Particularmente, Brandao considera que en Chile, clubes como el suyo, «hemos propuesto cambios muy importantes, como la realización de torneos para niños a partir de 10 / 11 años, ya que anteriormente los campeonatos eran sólo para jóvenes a partir de 15 años. En los últimos 4 años, hemos logrado que el waterpolo chileno tenga un calendario con diferentes categorías jugando hasta dos campeonatos nacionales por año. Hemos realizado clínics con jugadores internacionales que han jugado en grandes clubes, selecciones nacionales y en los Juegos Olímpicos. Además, en este momento, tenemos ocho deportistas del club entrenando durante los meses de enero y febrero en Barcelona, así como uno jugando en el CN Montjuic, en la Primera División. Otro gran cambio ha sido la realización de numerosos campeonatos en nuestro club con equipos de Argentina, Perú, Uruguay y Brasil, lo que ha posibilitado un mayor intercambio entre los deportistas«, asegura un técnico que pone el foco en la incidencia que ha tenido el Covid19 en el deporte.

Por otro lado, Brandao considera que hay una serie de líneas de trabajo para mejorar el waterpolo chileno: «una línea está directamente vinculada a los clubes, donde debemos celebrar el mayor número de Campeonatos en todas las categorías masculinas y femeninas. La especialización y la valorización de los árbitros es también muy importante, ya que son actores clave de nuestro deporte. Otra línea es la de los equipos nacionales, donde deben establecerse objetivos y planes de trabajo con vistas a un proceso a largo plazo. Chile tiene la oportunidad de participar en muchos campeonatos y a menudo no asiste por razones financieras o políticas», asegura un técnico que considera que el waterpolo en Ámerica Latina se puede dividir en tres niveles: «los primeros son Brasil y Argentina, competitivamente fuertes. Ambos tienen muchos clubes, categorías y siempre participan en Campeonatos Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales, tanto en categorías como en absolutos. En segundo lugar, Colombia y Perú, a pesar de no tener muchas competiciones en sus países, siempre están presentes en los Sudamericanos y Panamericanos. En el tercer escalón se encuentran Uruguay, Chile, Ecuador y Paraguay, que a pesar de tener competiciones, muchas veces no le dan continuidad al trabajo. Participan en algunos Sudamericanos y muy pocos Panamericanos absolutos, porque el sistema de clasificación prácticamente no permite la participación, ya que sólo hay tres vacantes en el sudamericano de adultos que clasifican para los panamericanos. Hago una observación aparte sobre Venezuela, que formaba parte del segundo nivel, pero que por problemas económicos está fuera del escenario. He seguido algunas noticias sobre su reestructuración y esperamos que en un futuro próximo vuelvan. Desde mi punto de vista, creo que nuestro deporte tiene todas las posibilidades de mejorar y crecer en América Latina. Tenemos muchos clubes con buenos jugadores en cada país, pero necesitamos que todos los actores de nuestro deporte salgan de sus zonas de confort y trabajen juntos para que podamos alcanzar un denominador común para el crecimiento del waterpolo», sentencia.

@etoster