La vida deportiva de Víctor García narrada por él mismo
El madrileño que vivió una meteórica trayectoria como profesional repasa en WATEPOLISTA.com su carrera deportiva, poniendo en valor su etapa de éxito en el CN Atlétic Barceloneta
Los comienzos de Víctor García en el waterpolo no fueron muy prontos, si tenemos en cuenta que su primer contacto con el balón amarillo se dio a sus 14 años, cuando un entrenador de CN La Latina pensó que sería un buen portera, y el tiempo le dio la razón, porque todo apunta a que no se equivocó. En sólo cuatro años su evolución fue meteórica, ya que entre otras cosas, fue preseleccionado para formar parte de la selección que venía preparando los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. «Sin haber pasado por categorías para mí era muy extraño de repente estar entrenando con mis ídolos como Jesús Rollán o Manel Estiarte», recuerdo con cariño García, quien al año siguiente recibió la llamada de Toni Esteller, para incorporarse al CN Barcelona. Fue en 1993 cuando empezó su trayectoria profesional como waterpolista. Una aventura deportiva que el propio protagonista define como «una montaña rusa». «Pasé de jugar en Segunda División con CN La Latina a subir a Primera división, y ya luego a División de Honor. He estado en muchos equipos con diferentes objetivos, luchando por la liga, por el descenso, en mitad de tabla luchando por el playoff o por entrar en competiciones europeas. En mi etapa final cuando pensaba que me retiraría sin ningún título nacional Santi Fernández me dio la oportunidad de fichar el Atlètic Barceloneta y fue todo un acierto«, puntualiza.
| Su etapa marinera
En este sentido, para el madrileño fichar por la entidad marinera supuso «la posibilidad de competir por los títulos y jugar en la élite de Europa, por lo que no dejé desaprovechar la oportunidad de jugar con los mejores jugadores del momento«. «Entrenar en ese equipo hacía que el nivel de todos fuera cada vez mejor, había mucha competitividad en cada una de las posiciones y todos aprendíamos algo de cada uno. En aquella época no se había empezado la racha de ligas consecutivas y ese equipo tenía mucho hambre de ganar títulos«, explica sobre una época en la que el waterpolo era «mucho más lento» que el de ahora. «Parecía otro deporte, ya que no solo cambió el reglamento también la manera de entrenar». «Antes parece que solo importaba nadar y nadar, hasta yo siendo portero había llegado a entrenar 11000 metros con la selección. La mayoría de los jugadores eran grandes y pesados, no había faltas directas, el balón era más grande, no se podían hacer cambios durante el partido, parecía otro deporte. Ahora, en cambio, el waterpolo es mucho más dinámico se han ido cambiando las normas para que cada vez haya más expulsiones, los ataques sean más cortos y haya más goles. Quizá debe hacernos reflexionar porque tenemos que cambiar tanto el reglamento para que el waterpolo siga siendo atractivo, a lo mejor deberíamos cambiar otras cosas además del reglamento«, relata el que fuera portero.
Y es que al final, Víctor es una voz autorizada que vivió grandes momentos a través de su carrera profesional. «El conocer a todas las personas que encontré en el camino, y todos los valores que adquirí con el paso de los años, valores que después he extrapolado al ámbito laboral. Mi última etapa es la que guardo con más cariño al final es cuando conseguí todos mis éxitos y donde más disfruté jugando», asegura un deportista que amasó innumerables éxitos deportivos, entre otros, cuatro títulos de Liga, y cinco Copas del Rey, siendo en muchas ocasiones elegido como el mejor portero de ambas citas nacionales. Ahora lo cierto es que debido a que reside en una región como Girona en el que el waterpolo no tiene tanta competición, está algo alejado del dí a día, aunque bien es cierto es que vive muchos partidos en streaming y comparte pasión con sus dos hermanos, también verdaderos amantes del waterpolo como son Mario y Juan Carlos, que actualmente ejerce de entrenadores en Real Canoe NC y CN Ciudad de Alcorcón. Sin embargo, a pesar de vivir el waterpolo desde fuera, García si que tiene su punto de vista en relación a la situación actual en la que se encuentra: «a nivel nacional creo que se tendría que luchar por tener una liga más competitiva. Lo que está haciendo el Atlétic Barceloneta debe ser un ejemplo para el resto de clubes y no estoy hablando solo de dinero también de gestión. A nivel internacional, España se ha ganado el respeto de todas las selecciones y cada vez hay más competitividad entre los equipos. Lo que me gusta mucho de ahora es que el waterpolo sea un ejemplo de diversidad en el deporte. La selección femenina de waterpolo está siendo un buen ejemplo para todas las niñas de este país«, concluye.