‘Los actos son la mejor forma de reivindicar a la mujer’

Tras un año difícil para todo el waterpolo, doce meses después continuamos con una lucha que sigue siendo necesaria en nuestra sociedad. Volvemos a un 8 de marzo reivindicando derechos a la mujer, pero esta vez sin salir a las calles. Parece mentira que con todos los avances tecnológicos y en medio de una pandemia mundial haya tantos atrasos humanos en nuestro día a día .El deporte que nos une también los ha sufrido durante años y, aunque en menor medida, a día de hoy las desigualdades siguen rondando por las piscinas. Todo esto partiendo de la base de que el waterpolo, en todas su categorías, no es un deporte mediático y no cuenta con el nivel de patrocinios y contratos que pueden tener otros deportes más visibles.

Una de estas desigualdades es la cantidad de equipos femeninos que existen en todo el territorio nacional respecto a los masculinos. Si lo comparamos con años anteriores, cada vez más clubes están incorporando la categoría femenina a sus equipos con la intención de promocionar el deporte femenino en su localidad. Hecho que nos hace ver que el cambio ocurre si nosotros, desde nuestra posición, cambiamos ciertos patrones, lo que a día de hoy se llama evolucionar. Porque esos pequeños cambios que cada club hace a nivel individual pueden promover un cambio a nivel general. A nivel estatal, las licencias federativas femeninas en la temporada 2018/2019 fueron 855 mientras que la pasada temporada cayeron considerablemente quedándose en 376 deportistas licenciadas. En cuanto a la categoría masculina, también a nivel estatal, el descenso sigue siendo notable, pero las cifras son superiores en ambas temporadas, siendo de alrededor de 1700 licencias en la temporada 18/19 y de casi 700 en la pasada.

A nivel autonómico, la diferencia entre las categorías es abismal siendo que en la última temporada (19/20) las chicas federadas fueron casi 2700 y los chicos 7400. Datos que deberían hacer reflexionar. La mayoría de clubes están comenzando proyectos de equipos femeninos empezando desde cero para crear una base que dé resultados a largo plazo y puedan igualar esas cifras con respecto a las categorías masculinas. Pocos son los equipos femeninos que cuentan con la figura femenina en su staff cuanto ni menos en los masculinos. Cuatro de los diez conjuntos que compiten en la Liga de División de Honor Femenina disponen de la presencia de la mujer en el banquillo a nivel de staff. La pasada temporada eran dos los equipos que contaban con primeras entrenadoras, pero este año Marina Zablith fue sustituida por Dani Ballart en el CN Mataró. Y la segunda primera entrenadora era Mar Rodríguez en el CDN Boadilla, que ahora está en su lugar Patri Herrera. Este año se suma, por otro lado, Bea Espinosa como responsable del AR Concepción. Una realidad que nos muestra que tan solo uno es el equipo que cuenta con primera entrenadora en una liga femenina. Además, destacar que en la Liga de División de Honor Masculina no existe la presencia de mujeres ni como primeras entrenadoras ni como segundas. No nos olvidamos del arbitraje en este deporte. Un ámbito que no es menos en cuanto a desigualdades en el género. Los datos a nivel estatal dejan mucho que desear, pese a existir una ligera mejora entre las dos últimas temporadas. En la 18/19 se registraron 73 licencias en total, de las cuales 69 eran masculinas y tan solo 4 eran de mujeres. En cuanto a la temporada pasada el total fue de 99 y solamente 11 fueron femeninas. Unos números que siguen siendo muy diferentes año tras año, ya que este año el porcentaje alcanza el 12%.

Los logros de las chicas de la selección española animan a muchas jóvenes a adentrarse en este mundo. Y los medios de comunicación juegan un papel fundamental en este aspecto, porque sin visibilidad no hay conciencia. Sin esos partidos retransmitidos todas esas niñas no pueden ver los logros de las internacionales. Un eco que tiene que tiene que hacerse notar en los noticiarios deportivos y que poco a poco van teniendo su hueco a nivel local y autonómico, aunque queda mucho por avanzar en este aspecto tanto en los chicos como en las chicas. Cada vez son más los partidos que se pueden ver a través de internet y llegan a más gente que hace unos años. Luchar por la visibilidad de las mujeres en el deporte es difícil y hacerlo desde un deporte minoritario lo complica más. Una complicación que estamos dispuestas a vencer consiguiendo pequeños logros para que las generaciones que están empezando tengan el camino más despejado que hace unos años.

@ines_lg99