Una Champions League, aún más hermosa (y competitiva)

La mejor competición del planeta comenzó ésta pasada semana con la incertidumbre de saber que equipo se alzará con el cetro de campeón continental al haberse ampliado el número de 'favoritos'

Una Liga de Campeones aún más hermosa pero sobretodo aún más peleada y cometida. La 57ª edición reúne lo mejor del waterpolo europeo y promete un espectáculo sin igual en la lucha por el título de campeón de Europa. En cuanto a audiencia, competitividad e incluso visibilidad, la Liga de Campeones todavía devuelve poco en términos económicos a quienes participan y esto lleva a muchos clubes a renunciar a ellos: las mayores ausencias esta vez son las de Brescia y Sport Management italianos, protagonistas en la última Final Eight celebra en Hannover (Alemania). Tanto LEN como los clubes europeos tendrán que trabajar duro para vender mejor el torneo en la televisión, en busca de nuevos patrocinadores y, de este modo, salvaguardar una competición que, desde el punto de vista deportivo, no tiene ningún Campeonato igual. La historia reciente lo dice: en las últimas siete ediciones, el trofeo siempre ha sido levantado por un equipo diferente.

Por otro lado, la principal novedad en esta edición viene dada por la introducción de las nuevas reglas, que sin embargo LEN no aplicará completamente: la tecnología no está todavía disponible y, por razones estructurales de las instalaciones, el seguimiento de cámaras será desarrollados por las cámaras de televisión. En los casos de brutalidad, si se le escapan a los árbitros durante el encuentro, podrán revisarse por medio de las cámaras. Lo que si que no ha variado es la fórmula de competición con dos grupos de 8 equipos: el Pro Recco será el anfitrión de la fase final y, por lo tanto, ya está calificado, por esta razón el Grupo B, el más complicado, contará con sólo tres billetes para la F8, a diferencia del Grupo A en la que se clasificarán los cuatro primeros equipos.

En este sentido, a diferencia de años anteriores, el Pro Recco no es el gran favorito para la victoria final. O más bien, el número de competidores por el título probablemente se ha reducido, pero su competitividad ha aumentado, puesto que dará entrada en la lucha por el título clubes como el vigente campeón, Ferencvaros y también el CN Atlétic Barceloneta. Particularmente, después del triunfo en la temporada pasada, Zsolt Varga no ha cambiado la filosofía de Ferencvaros: han llegado nuevos campeones, Fountoulis, Zalanki y Constantin-Bicari, pero otros se han ido (Stefan Mitrovic, Nikic, Gor-Nagy), mientras que el grupo de «gregari», algunos de los cuales fueron criados en el sector juvenil del club, permanecieron casi intactos. Éste bloque ha sido fundamental en los éxitos de los últimos años.

Pro Recco, por otro lado, ha cambiado su filosofía, haciéndolo más «local» y menos «global»: gracias al regreso de Fondelli, Edoardo Di Somma y Stefano Luongo, Rudic, ahora tiene un equipo más joven con muchos jugadores de Liguria. A estos se suman dos grandes expertos a la hora de ganar como son Pietro Figlioli y Andro Buslje, ​​mientras que Bijac, que se perderá los primeros cuatro primeros partidos debido a la fractura del pómulo, debería haber concluido su proceso de adaptación a la presión del entorno reccheline. Por su parte, incluso Olympiacos podría ser un equipo diferente y jugar dos finales en los últimos cuatro años. Con la retirada de Josip Pavic, la despedida de Buslje y Paulo Obradovic y la adaptación a las nuevas reglas, Thodoris Vlachos eligió construir un equipo más dinámico y «horizontal»: el mercado ha traído un solo defensor, el experto Buljubasic, y dos extraños rápidos y mortales en la fase final, Jokovic y Stefan Mitrovic. En el debut contra Jadran Split ya ha resaltado, sin embargo, el problema del legado de Pavic: el Zerdevas nacional todavía no está del todo preparado debido a su papel de portero.

El equipo que intentó más que los demás para subir de nivel es el CN Atlétic Barceloneta, con los dos mejores jugadores Bodegas y Aleksic agregados al bloque habitual ya de la selección española. Chus Martin renunció a Josip Vrlic para centrarse en el italiano-francés, pero llegó Miguel De Toro, para así tener un jugador más adecuado para las nuevas reglas, con las cuales los españoles ya han demostrado ir a la Copa del Mundo de Gwangju. Por lo tanto, un centro muy fuerte pero «pesado», aquí hay un jugador más móvil y capaz de afectar cada posición. En cuanto a Aleksic, agrega esa fisicalidad en defensa.

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