Adrià Delgado pone punto y final a un ‘romance’ de 30 años con el waterpolo

Tras ser parte activa de una temporada histórica del CN Terrassa, Adrià Delgado ha decidido colgar el gorro y poner punto y final a su etapa como deportista profesional. «Cuando pasas los 30 empiezas a pensar que algún día llegará, es ley de vida, pero jamás me hubiese imaginado que lo tendría tan claro, ha sido entre comillas una decisión muy fácil. Quería dejarlo en el mejor momento deportivo posible, no es fácil, la edad no perdona pero creo que a pesar de no estar centrado por temas laborales al 100% con el waterpolo como he hecho durante toda mi vida, he dado un gran rendimiento y se que alargarlo no sería buena ni para el equipo y sobretodo para mi, merecía acabar con un buen sabor de boca. Resumiendo, los tres factores determinantes han sido, por un tema de salud que tengo que cada vez me dificulta más el poder compaginar mis negocios con el deporte. Fuera de la piscina, con Joel y Víctor que son mis socios hemos crecido muy rápido y nuestros negocios nos necesitan, y obviamente un tema personal de poder disfrutar de mi pareja, familia y amigos que ya toca», explica a WATERPOLISTA.com un jugador que a pesar de no haber logrado ganar el título de LEN Challenger Cup, «debido a todas las circunstancias que hemos pasado este año», considera que «ha sido una temporada de sobresaliente». «Hicimos una liga regular muy buena, la primera vuelta y media perfecta para nuestros objetivos, y a pesar de algún accidente, nos fue bien para seguir creciendo en Europa hasta llegar hasta esa ansiada final y que fue una gran fiesta para el club», detalla, al igual que reconoce que se superaron las expectativas puestas a principio de temporada. «A mi me dices en septiembre que la temporada acabaría así y te lo firmaba con los ojos cerrados. El equipo sufrió varias bajas de peso comparado con la temporada anterior y pesar de ello supimos construir un bloque entre jóvenes y veteranos muy sólido«, puntualiza.

En este sentido, Delgado que llegó al Área Olímpica proveniente del CN Barcelona, encontró en el club vallesano un grupo humano increíble. «He tenido mucha suerte en toda mi carrera de encontrarme a grandes compañeros, equipos muy unidos, pero lo de este Terrassa personalmente se supera. Todos los jugadores estudiaban, trabajaban o tenían negocios que les quitaban muchas horas al día, y a pesar de ello, cuando estábamos en el club, intentábamos hacer equipo de cualquier manera, tanto dentro del agua como sobretodo fuera, esta ha sido la clave. Dídac y Sergi, han sabido lidiar muy bien con todo esto y han llevado al grupo de la mejor manera, mimándonos de lunes a viernes como si fuéramos sus hijos, pero sabíamos que el sábado no les podíamos fallar, y se que están orgullosos del trabajo que han hecho», asegura un waterpolista que dice haber cumplido todos los objetivos «personales y de equipo que siempre soñé». «Obviamente he perdido oportunidades, momentos que las cosas nos fueron como esperaba pero me siento totalmente lleno, he podido vivir del waterpolo y podríamos decir que le di todo al waterpolo y él me lo dio todo a mi», explica un jugador que en el plano personal cumplió el sueño de disputar unos Juegos Olímpicos, y lo hizo en Río 2016 bajo los colores de la selección anfitriona de Brasil. «Sin duda alguna mi mejor momento fue la olimpiada de Río. Estuve muchos años preparándome para ello. MI padre fue olímpico en Moscú, y desde que tenía noción de todo esto se lo dije que no pararía hasta ser olímpico como el. Fue la mejor experiencia deportiva de mi vida, pero lo mejor de todo fue el camino hasta llegar hasta ahí», puntualiza Delgado quien tras su periplo en Brasil recaló de la mano de David Martín en la selección española. Sin embargo, su ‘espina’ fue el no estar en los Juegos de Tokio. «Ya había cumplido mi sueño de estar en los juegos de Río y jamás pensé que España me llamase, y más con 30 años, por eso estoy tan agradecido a David que me dio la oportunidad que nadie aquí me había dado antes. Fue duro porque lo vi muy cerca y la pandemia lo cambió todo. Como a millones de personas la pandemia truncó los planes y desgraciadamente hizo mucho daño a la sociedad, por suerte ya queda en el pasado y eso nos ha hecho más fuertes a todos. Tuve la suerte de entrar en el equipo nacional en Budapest 2020 y los juegos los teníamos a la vuelta de la esquina, me quedo con lo que hice después, intenté lucharlo hasta el final a pesar de las lesiones y todos los obstáculos en el camino y me quede a las puertas, pero eso me hizo replantearme muchas cosas y por suerte a día de hoy gracias a esa experiencia he podido constituir algo que podré dedicarme y vivir de ello hasta que podamos», comenta.

Por otro lado, Delgado que aunque tomó la decisión de dejar el waterpolo desde la sinceridad personal, guardará siempre un especial cariño al balón amarillo. «El waterpolo te da unos valores únicos que no te da otro deporte, es muy sacrificado y a la vez muy ingrato. Ser constante es la clave, a la que estas dos días sin tocar el agua es como si te olvidases de nadar, por eso hay que ser muy disciplinado y eso es una cosa que siempre me inculcaron de pequeño, pero si es cierto que sobretodo aquí en España no se le da el valor que realmente se merece este deporte, y gran culpa es nuestra que no hacemos nada para cambiarlo. España actualmente es la mejor selección del mundo, y seguimos en la sombra de los grandes deportes, no puede ser, hay que reivindicarse y hacer que se respete el waterpolo de una vez por todas», explica el jugador catalán quien por el momento no seguirá vinculado al waterpolo, debido en gran parte a las responsabilidad empresariales que ha adquirido los últimos años junto a los también waterpolistas, Víctor Flores y Joel Esteller. «Hemos crecido en dos años muchísimo y ahora nos queremos centrar 100% en lo que será nuestro futuro«, concluye.