Camino a Tokyo sin sorpresas

Que grandes deben ser los equipos que, tras llegar a las finales del Campeonato del Mundo, muestran su tristeza por no haber conseguido el titulo. Perdón, más que tristeza, su rabia, su coraje, su inconformidad y ello es lo que les hace grandes, que les hace próximos a todos los que queremos el waterpolo y nos infunde confianza en el futuro próximo y agradecimiento por las alegrías que nos dan en el presente. Pese a que nuestras selecciones, masculina y femenina, nos han llevado hasta el mismo lugar, la medalla de plata, los caminos de unos y otros han sido distintos y cabe analizarlos de manera que quede clara , su realidad en este mundial, como su futuro inmediato.

Por cronología, terminaron antes, empezaremos por el equipo femenino. La fase de grupo era todo un reto, la lesión de Maica García agigantaba la dificultad de un partido clave, el de Grecia. Era el equipo que nos dejó fuera de la lucha por el oro en el Europeo de Barcelona y un rival siempre incomodo, pero detrás de este partido venia mucho más, un triunfo nos salvaba de encontrarnos, teóricamente, con USA, una selección parece que invencible. La otra opción no era fácil, Holanda, la campeona de Europa, pero, puestos a elegir… Ello llevo a Miki Oca y su equipo técnico a preparar minuciosamente el partido y el resultado fue óptimo. En un primer cuarto de cine se cerró el partido, 6-1 para nuestras chicas. Ello cargó de moral a las chicas que siguieron vapuleando a las helénicas hasta el 14-4 final. Un resultado histórico. Los otros dos rivales, Kazajstán y Cuba, eran simples entrenamientos para engrasar, más si cabe, una maquina que funcionaba a la perfección.

El camino ala final

Y llegó el cruce, el siempre peligroso cruce de Cuartos que te lleva a la gloria o te castiga al limbo. Holanda era y es un rival temible. Los de los Países Bajos pusieron en apuros a las americanas en el partido inicial y sus resultados en las últimas temporadas atestiguaban su gran potencial. Pero las innovaciones tácticas de Miki, con nombres nuevos y recuperados, fueron demasiado para ellas. Solo empezar y otro parcial de set de tenis, 6-1, sentenciaba los cuartos de final y nos abría de par en par la puerta de las semifinales. Consiguiéndolo con una sobredosis de confianza en sus posibilidades y más con un rival, Hungría, que, viejo conocido, es un “buen cliente” como decía el maestro Cruyff. A pesar de que venían de eliminar a la siempre complicada Italia, en mi opinión, las transalpinas son siempre un rival complejo que mejor evitar. El partido, con demasiados goles en los dos primeros periodos, finalizó en cuanto ajustamos la defensa protegiendo a Laura Ester y mantuvimos el ritmo de efectividad cara a portería. Un 16-10 en una semifinal de mundial habla por sí solo.

Y llego la final. El equipo estaba convencido que tenia opciones. Debía salir todo perfecto, pero no era un imposible. Así nos mantuvimos hasta el empate a 3. Pero la fe mueve montañas, menos cuando la montaña ejerce fuerza contraria y ello fue lo que pasó. USA no bajo ni un momento el ritmo y nos superó con una claridad que durante el partido nos dolió. Ahora, pasados unos días estoy convencido que ya se está pensando en cómo superar a lo que es un verdadero súper equipo. El resumen es sencillo. Hemos sido muy superiores a todos los equipos excepción de USA. Los cambios tácticos han dado unos resultados excelentes. Hemos sido el mejor equipo de Europa con diferencia. No nos hemos enfrentado a una recuperada Australia.

¿Cuál es el camino hasta Tokio? La clasificación para los JJOO nos libra de un Preolimpico que seguro va ser aprovechado para preparar los juegos sin presión. El campeonato de Europa, no debe ser una obsesión, sino una ratificación y optimización del trabajo táctico. ¿Y USA? Pues sencillo. Trabajo de los técnicos analizar porque nos superaron. Seguro que encuentran detalles a pulir que nos acercaran un poco más a ellas y quién sabe si a superarlas. Debemos dejar de tenerlas como una quimera para verlas un objetivo posible.

@GasparVenturaM