Charly, el técnico argentino que fue engañado en España

El técnico argentino desvela en una entrevista concedida a Europa Press como fue engañado por un grupo de amigos de Motril para venir desde Argentina a entrenar a un equipo sin presupuesto, proyecto ni infraestructura

tras una vida ligada al agua, Charly se encontró con una oportunidad única de venir a España para convertirse en el máximo responsable del waterpolo de un club con una gran proyección. Tras comprobar que eso no era verdad, Charly sigue en España colaborando con Cruz Roja y se debate entre quedarse en Europa o volver a su Argentina natal. Esta es la historia de Charly tras una entrevista concedida a Europa Press.

Charly es un apasionado del agua. Nacido en Buenos Aires, empezó desde muy pequeño a nadar y a los ocho años ya estaba compitiendo. A los 16 años, se convirtió en campeón sudamericano de natación y se incorporó a la selección absoluta. Su amor por la natación le llevó a sacarse el título de socorrismo y el de entrenador. Antes de cumplir los 20 años, Charly entró a trabajar en el cuerpo de la Prefactura Naval y se mudó a Chubut, en la Patagonia argentina, donde fundó una escuela de socorristas. No contento con su vinculación al mundo acuático, Charly se dio cuenta de que la natación era un deporte muy solitario y optó por darle una oportunidad al waterpolo. No obstante, en sus primeros intentos fue rechazado por la edad, con el argumento de que no le permitiría aspirar a “objetivos competitivos”.

Durante los siete años que estuvo en la Patagonia conoció a un grupo de ex jugadores del equipo nacional. A los 25, haciendo caso omiso de todo aquel que le avisó de su avanzada edad para empezar a jugar a waterpolo, se puso a entrenar día y noche. «La gente también me decía que no se podía vivir del waterpolo, que era un deporte amateur pero yo me obsesioné por ser bueno y crecer«, recuerda.

Una llamada inesperada

Charly pasó de fichar por el equipo regional en solo dos años, a pasar por la selección provincial y recibir la llamada del Sportivo Roma. Tras una corta etapa en Italia, fichó por el Argentinos Juniors como entrenador y consiguió subir a todas sus categorías. Esto llamó la atención del entrenador del River Plate, el club de sus amores y el más destacado en Argentina. Charly nunca confesó a su entrenador en River que años atrás le había rechazado por la edad.

Tras conseguir por fin una vida estable a caballo entre Argentinos y River, Charly recibió una llamada de España, procedente de Motril. Sobre la mesa tenía una oferta de 2.500 euros al mes y casa pagada para convertirse en el director técnico del club andaluz. «Me quedé helado, mi mujer era fija desde hacía diez años en su empresa y yo hacía lo que me hacía feliz, pensé que ella nunca me diría que nos fuésemos«. Al llegar a Motril, Charly se dio cuenta de que nada era como le habían pintado. Se encontró con un club sin infraestructura propia y con no más de 15 socios. Cinco meses después de su llegada, le despidieron argumentando que no le podían pagar.

De la piscina al mar

Aunque con su mujer valoraron la posibilidad de volver a Argentina y que su vida en España no era como se esperaba, decidieron quedarse. Mientras buscan trabajo, Charly y su mujer están como voluntarios en la Cruz Roja, colaborando con la primera asistencia a todos los inmigrantes y demandantes de asilo que llegan a las costas de Motril. «Ver llegar por el mar a quienes de verdad no tienen nada te hace darte cuenta de que tus problemas en verdad no son para tanto«. Mientras sigue buscando en España otras oportunidades en el mundo del waterpolo, también intenta organizar su vuelta a River. Pero si hay algo que Charly nunca ha perdido es la esperanza: «Algún día seré entrenador de la selección argentina y, quién sabe, a lo mejor también del club de mis amores».

twitter-bird@nicolasarlanzon

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