De la quinta Copa de Europa a un año 2020 lleno de incertidumbres

El 2019 en el Vallés ha sido el año de la quinta Euroliga para el Astralpool Natació Sabadell. Tirando de épica y remontando un partido casi irremontable, las pupilas de David Palma consiguieron el título que deseaban, tras dos años quedándose a las puertas en Kirishi. Pero también ha sido un año de movimientos sísmicos que han sacudido el waterpolo femenino estatal. A diferencia de otros paises, que agrupan a las jugadoras de su selección en una dinámica de trabajo conjunta coincidiendo con los Juegos Olímpicos, el pasado verano vimos como se dividía el grupo del hegemónico Sabadell. Anni Espar puso rumbo hacia Mataró. Paula Leitón, Bea Ortiz y la capitana, Olga Doménech, para Terrassa, donde han coincidido con otra ex del Sabadell como Pili Peña. Si a ello le sumamos las bajas de las internacionales norteamericanas, Kiley Neushul y Maggie Steffens, el escenario para las vallesanas era, cuanto menos, incierto. ¿Sería capaz de mantener su liderazgo en el waterpolo femenino estatal? Y fuera de nuestras fronteras, ¿competiría igualmente a primer nivel?

Es pronto para responder a estas preguntas. Para hacer frente a este mayúsculo reto, el Astralpool se reforzó con algunas jóvenes promesas de nuestro waterpolo como Sílvia Morell o Ruth Ariño, pero también com refuerzos foráneos como la rusa Ekaterina Tankeeva, la italiana Laura Barzon o las canadienses Monika Eggens y Gurpreet Sohi, que solo defienden los colores del Sabadell en las grandes citas. Mirando la clasificación actual de la Liga Premaat, e incluso la Supercopa de España, parece claro que este año si el Astralpool quiere alargar su tiranía de nueve títulos ligueros consecutivos, tendrá que sudar tinta. Muchos récords han caído ya, con los tropiezos en la Supercopa o las dos derrotas que el equipo de Palma acumula en su casillero. El Natació Sabadell, de hecho, es tercero a seis puntos del líder, el Mataró, cosa inaudita en la última década.

Por contra, de los cuatro representantes de nuestro waterpolo que iniciaron su aventura en la Euroliga, es el único que mantiene intactas sus opciones de victoria. En época de dudas, tras perder contra el Mediterrani y hacerlo también en el debut europeo ante el Utrecht, el Astralpool demostró que ha cambiado media plantilla pero no ha perdido ni su garra ni su carácter, deshaciéndose de la Roma y uno de los favoritos, el UVSE Budapest, para plantarse de nuevo en los cuartos de la Copa de Europa. Allí, además, se cruzará con un Orizzonte de Catania con el cual tienen cuentas pendientes. Las sicilianas querían sacarse la espina de los últimos cruces con el conjunto catalán y vaya si lo hizo, en plena semana decisiva, entre las derrotas ante el Medi y el Utrecht, dejando al Astralpool sin Supercopa de Europa en Can Llong. Tendrán las vallesanas la opción de pagarle con su misma moneda si eliminan a las transalpinas en su piscina, privándolas por segundo año consecutivo de la Final Four.

En definitiva, se presenta un 2020 apasionante en el waterpolo femenino, con la incertidumbre de si tantos cambios en el equipo afectará en el resultado final de la temporada al Natació Sabadell o si será capaz de mantener su hegemonía pese al cisma. La lucha por los títulos domésticos ha permitido ver partidos mucho más igualados y con alicientes mayores. Faltará ver si ello afecta también al rendimiento de las nuestras en Tokyo 2020, prácticamente calcando las dudas del Sabadell: ¿seguirá rindiendo a gran nivel la selección pese a tanto cambio de equipo de unas jugadoras que, hasta hace bien poco, compartían rutinas a diario?

@Adrian_arroyo