Dos clubes, dos grandes apuestas y un éxito para el waterpolo español

Pasara lo que pasara en la pasada final de Champions League Femenina, ésta era ya de por sí histórica, puesto que por primera vez en la historia, dos equipos españoles lucharon de tú a tú por el título continental. Nunca dos clubes de un mismo país habían accedido a una final de estas características, por lo que la presencia de CN Sabadell y CN Mataró ratifica el ‘status’ referencial que viene protagonizando el waterpolo femenino español en el circuito internacional a lo largo de la última década. En este duelo de colosos, el CN Sabadell sacó músculo para demostrar que continúa siendo el claro dominador de la Champions League, con seis títulos en su palmarés tras un reinado destacado de un combinado sabadellense, que en los últimos doce años ha optado por mantenerse entre los mejores consolidando su posición de privilegio. Y es que antes de que se produjera el salto definitivo del cuadro catalán en el año 2011, el waterpolo español tenía una participación discreta. Fue en el año 2010 cuando un equipo de nuestro país se coló entre los cuatro primeros. Antes lo hizo en 1997 el CE Mediterrani. Desde el 2011, el Sabadell ha sido campeón en 2011, 2013, 2014, 2016 y 2019 y finalista en 2015, 2018 y 2022. Casi siempre que ha jugado la Final Four ha llegado a la final (únicamente fue tercero en 2017) y esta será su décima presencia en las últimas doce ediciones de la Final Four. Solo han perdido las finales de 2012 y 2020.

Por su parte, el CN Mataró ha ido ganando enteros, en Europa, frutos del crecimiento y peso que ha logrado en los últimos años a nivel doméstico. Las del Maresme regresaron esta temporada a una fase final seis años después de haber disputado la última. Este éxito al alcanzar la Final Four deriva de la apuesta que vienen realizando desde la entidad catalana por su representativo femenino, siendo capaz de ir creciendo a base de pasión, concentración, determinación, pero sobretodo ambición, tal y como demostraron en el año 2016 cuando lograron un doblete histórico. En aquel año lograron su primera Copa de la Reina, y el título de campeón en la LEN Trophy, el primero de los éxitos continentales. Un palmarés al que no pudo sumar la Champions de este temporada, en la que disputaron su primera final en una Copa de Europa.

Todo esto y lo vivido este fin de semana en Sabadell nos invita a soñar, pero nos confirma una idea: somos referentes internacionales, con dos equipos que ya han demostrado que no quieren un éxito pasajero, sino una presencia continuada, porque lo que hagan ambos planteles permite hacernos una idea de lo que nos espera a nivel de selecciones. España domina el waterpolo femenino europeo. Eso es algo innegable, y difícil de discutir, y se debe sobretodo a la apuesta con valentía y ambición que dos clubes de nuestros país, dentro de una coyuntura económica y social muy complicada, han decidido desarrollar. Por que es posible apostar por el deporte de élite. Es posible apostar por el waterpolo, al máximo nivel.