El doble reto de Sofía Díaz con el Real Canoe NC en en su regreso a División de Honor Femenina

Si esta temporada es especial para alguien, ella es Sofía Díaz, que no sólo vivirá (en activo y en primera persona) el salto a División de Honor del primer equipo femenino del Real Canoe NC, sino que lo hará después de haberse recuperado (paulatinamente) de una grave lesión que le obligó a pasar por quirófano el curso pasado tras varios años arrastrando dolores en el hombro. Esta operación le obligó a su vez a parar en seco la actividad deportiva, pasando por una rehabilitación muy complicada y dolorosa, pero que gracias a mi fisio Sandra Pastor, ha podido ya superar. «Ahora mismo estoy ya entrenando con el equipo y poco a poco estoy cogiendo el ritmo necesario para poder volver a jugar«, reconoce a WATERPOLISTA.com una deportista que se caracteriza por ser exigente consigo misma, y eso a veces le puede jugar una mala pasada, ya que entiende que en todo momento «hay que saber dónde están los límites de cada uno«. Con todo, la madrileña entra dentro de ese perfil de jugadora de equipo que es capaz de priorizar en lo colectivo, de cara a compartir los logros, pero también las derrotas. «Siempre intento dar lo mejor de mi para que el equipo pueda conseguir los objetivos«, apunta.

Bajo esta misma premisa, Díaz ha sido capaz de encontrar la ilusión por el waterpolo en Pez Volador. «Canoe para mi es la oportunidad de poder volver a jugar al waterpolo de nuevo en mi ciudad, después de cuatro años en Estados Unidos y una lesión. Durante el poco tiempo que llevo en este club, he comprobado que es un club muy cercano y que se preocupa mucho por sus deportistas. Desde el primer día, tanto el club como los entrenadores y mis compañeras con su apoyo han logrado que esta lesión de hombro sea un poco menos complicada y que se pudiera hacer realidad ese sueño de volver a jugar y disfrutar de este deporte que tanto me gusta», explica la que fuera jugadora del CN Madrid Moscardó, quien considera que volver a jugar en una de las Ligas más potentes a nivel mundial «me hace mucha ilusión. «Somos un equipo muy joven, donde por supuesto queda mucho por hacer y trabajar, pero que tenemos muchas ganas e ilusión, y creo que eso es una pieza clave para ser un buen equipo y poder jugar al nivel que exige esta liga«, detalla a la vez que pondera en las ganas por aprender y trabajar que transmite el equipo de Astrid Álvarez. «Creo que va a ser el principio de una buena historia», confirma Díaz quien es consciente de la dificultad que presenta la máxima categoría: «el primer año en División de Honor siempre es muy difícil, en España se juega a un nivel muy alto, nuestro objetivo debería afianzarnos en la categoría y a partir de ahí todo lo que venga será un triunfo«, sentencia.