España y un grupo numeroso con un rival directo: Italia

Tras la quinta plaza en el pasado Mundial después de haber perdido en Cuartos de Final ante Estados Unidos, la selección española se presenta al Europeo de Split bajo el papel de ser el vigente campeón y con el gran reto de sacar múscula en su competición fetiche

Bajo el rol de ser el vigente campeón (lograron el oro en la cita celebrada en Budapest en 2020, la última previa al Covid19), la selección española femenina se planta en el Europeo de Split con un reto: sacar músculo y demostrar su valía en su competición más fetiche, puesto que cuenta con dos oros (el otro fue en 2014). Con todo esto, el equipo nacional llega a la cita después de haber terminado el pasado Mundial de Budapest en quinta plaza, ya que tan sólo perdieron un partido: el de Cuartos de Final ante Estados Unidos, que posteriormente lograría revalidar el título de campeón mundial. El combinado que disputó en 1993 su primera cita continental cuenta con novedades. Novedades que ya vimos en la cita mundialista, y es por ello que al Europeo llegan con un bloque más sólido y con algo más de peso. En esta primera fase de grupos, España se enfrentará con un total de cinco equipos, cuatro de ellos (a priori) son asequibles y otro como es Italia, un rival directo y uno de los habituales aspirantes al oro europeo.

| Israel, la cenicienta del grupo

Por un lado, encontramos a Israel que ésta cita en Split supone su tercera participación en toda su historia. La tradición por el balón amarillo en el país es discreta, a pesar de que en los últimos años las instituciones del país (sobretodo una Federación nacional algo más profesionalizada) han invertido para potenciar el desarrollo del waterpolo. Ejemplo de ello es que sobre el papel los clubes parecen fortalecerse, y a su vez se han incorporado expertos extranjeros como entrenadores y se han venido organizando varias competiciones. Recientemente, el Campeonato de Europa Femenino Sub-19 se celebró en Netanya, y Tel Aviv albergará el próximo Campeonato de Europa en 2024. Particularmente, en Budapest 2020 logró su primera victoria en una cita de estas características, tras haberse impuesto a Alemania y a Croacia, un triunfo ante las croatas que le permitieron terminar en novena plaza. Con todo esto, en total ha disputado 12 partidos: dos victorias, dos empates y ocho derrotas.

Por otro lado, encontramos a Serbia que vive una realidad bien diferente a la que protagonizan sus homólogos de la selección masculina, ya que mientras los chicos son una potencia de calado internacional, las chicas no cuentan con ningún éxito relevante, ya que principalmente están todavía en el inicio de un proyecto que busca crecer, pero que a nivel de país no cuenta con todo el respaldo. A pesar de sus discretas intervenciones, la presencia de las serbias en las citas europeas viene de atrás. Aparecieron por primera vez en el Campeonato de Europa en 1997 (bajo el nombre de FR Yugoslavia), luego en 2006, 2016, 2018 y 2020 bajo el nombre de Serbia, y ahora les espera ya Split. Particularmente, en los campeonatos de 2016 en Belgrado y 2018 en Barcelona, Serbia estuvo cerca de llegar a los Cuartos de Final, pero en ambas ocasiones, perdieron por poco ante Alemania. En el último Campeonato de Europa en Budapest, terminaron en duodécima posición, ya que a nivel global sus datos son claros: de 28 encuentros que han disputado en sus diferentes participaciones, han perdido en 22 ocasiones.

| El camino del equipo eslovaco

En Split, Eslovaquia disputará su segundo Campeonato de Europa de manera consecutiva. La primera vez fue hace dos años y medio en Budapest, en enero de 2020. Se clasificaron para el torneo de Split por la puntuación más alta conseguida por los terceros clasificados en las eliminatorias. En la fase preliminar celebrada en Zrenjanin, las eslovacas terminaron terceras con 6 puntos (detrás de Grecia y Serbia), lo mismo que Suiza en el segundo torneo, pero Eslovaquia tuvo la mejor diferencia de goles. En este sentido, hay que tener en cuenta que en su único Europeo hasta el momento, Eslovaquia llegó a cuartos de final tras superar a Serbia (6-2) y Croacia (9-7) en la fase de grupos. Más tarde se encontraron con un “muro” demasiado fuerte de oponentes como los Países Bajos, Italia y Francia. Pero en cualquier caso, no defraudaron. Tal vez puedan repetir un resultado que para ellas sería todo un exitazo. Quien sí que aspira a ser una de las grandes revelaciones de este Europeo es Francia, que con la mente puesta en su primera participación olímpica en los Juegos de París, en 2024 viene trabajando en un proyecto ambicioso que busca codearse con las grandes potencias. Y eso que la historia del waterpolo femenino en Francia es (cuanto menos) algo particular. «Al comienzo de los torneos femeninos, Francia no solo compitió sino que también ganó medallas: la de bronce en 1987 y en 1989. Una década después, todavía se mantiene, pero eso sí, con un ligero declive. Por ejemplo, las francesas terminaron cuartas en Atenas en 1991, seguidas de dos quintos lugares y tres octavos lugares consecutivos. A principios del siglo XXI, no logró clasificarse para el Campeonato de Europa en tres ocasiones (2003, 2006 y 2012). Se clasificaron para el Campeonato de Europa en Split a través de las eliminatorias en Gzira (Malta), donde perdieron ante Israel (10-13) pero derrotaron a Portugal (12-7) y el equipo anfitrión (23-4). Por otro lado, Francia ha participado en los Campeonatos del Mundo siete veces, pero nunca ha terminado por encima del séptimo. Con todo esto, no deja de ser un tapado a la hora de aspirar a plantarse en Cuartos de Final y buscar dar alguna sorpresa, ya que la apuesta por este equipo es clara, y restan algo menos de dos años para su momento más esperado: ser las anfitrionas de la cita olímpica en París.

Y ya por último encontramos a uno de los ‘cocos’ del grupo junto a España. Hablamos (cómo no) de la selección de Italia. Como dato hay que decir que las italianas empatan a cinco títulos en lo más alto del podio europeo con las neerlandesas. Y esto se debe en parte a que contaron con una gran racha de hasta seis finales consecutivas del Campeonato de Europa, ganando cuatro de ellas: 1995, 1997, 1999 y 2003, y en Eindhoven 2012 ganaron su quinto oro continental. Básicamente, las mujeres italianas son expertas en los Campeonatos de Europa. Desde 1989, cuando compitieron por primera vez, hasta 2016, siempre llegaron a las semifinales. En los 15 Campeonatos de Europa en los que ha participado hasta ahora, solo se ha quedado sin medalla en 6 ocasiones. Su peor resultado llegó en el último Campeonato de Europa de 2020 en Budapest, cuando terminó quinto. Eso sí, lo cierto es que no hace mucho que el equipo italiano inició un nuevo rumbo con la salida de jugadoras de peso en el equipo, y las incorporaciones de jóvenes, pero con una destacada calidad. Y es que su solidez y dureza en el juego buscarán ser clave a la hora de aspirar al título, y en particular arrebatar a España la primera plaza de grupo.

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