Gabi Villarubia ‘Villapela’: un luchador de pura cepa

A pesar de haber pasado por cuarenta y cinco operaciones, dos transplantes, tres años de diálisis y un calvario médico que terminó con la amputación de sus dos piernas, este amante del deporte nunca ha perdido la sonrisa y se mantiene ligado al waterpolo

Gabi Villarubia, o como le conocen sus más cercanos, ‘Villapela’ es una de esas personas luchadoras que se deben tomar de ejemplo a la hora de afrontar cualquier adversidad personal. Y es que la vida de Gabi está llena de obstáculos que ha ido superando a base de esfuerzo, y siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Después de una intensa vida deportiva ligada al mundo del waterpolo, en el año 1991 cayó enfermo después de que los riñones y el páncreas le dejaran de funcionar. Esto le llevó a tener diabetes, algo que provocó que encadenara un rosario de operaciones y un sinfín de problemas: 45 operaciones en total, dos transplantes, tres años de diálisis, dos operaciones a corazón abierto e incluso hasta en tres ocaciones estuvo clínicamente muerto. En definitiva, un verdadero calvario médico que afrontó siempre con su particular optimismo, incluso cuando le tuvieron que amputar ambas piernas hace ya cuatro años. «En ese momento me dieron el ultimátum, o nadas o te mueres, por lo que al día siguiente ya fui al CN Atlétic Barceloneta a empezar a nadar, donde me encontré con los viejos amigos y rivales de nuestra época y gracias a todos ellos volví a ser competitivo proponerme retos«, reconoce ahora a WATERPOLISTA.com un deportista con una tradición muy cercana al balón amarillo.

| Un profesional destacado

Y es que a los diez años comenzó en la natación hasta que tres años después diera el salto al equipo de waterpolo. Siempre entorno a su querido CN Montjuic, donde a los 16 alternaba el equipo juvenil con el absoluto. Por aquel entonces el waterpolo era menos físico que el de ahora, ya que según explica Gabi «los clubes tenían todos piscinas muy pequeñas, por lo se terciaba más el contacto físico, once jugadores por equipo, con un solo árbitro, sin jueces de gol, y donde a su vez habían los puntos de penalti acumulativos y cada tres te pitaban el penalti, gorros sin orejeras, y lo habitual es que no existían lo de las posiciones en el agua (de1 de2, de3 etc) era un waterpolo menos teledirigido como hoy y nos dejaban más a nuestra iniciativa«, asegura el deportista que ya en el primer equipo del Montjuic formó parte de esas batallas de tú a tú con el CN Barcelona que terminó con la consecución de los títulos de Liga en los años 1976 y 1977, sin olvidar el subcampeonato de Europa en el 78.

Ahora y a pesar de haber pasado el tiempo, su amor por el waterpolo sigue igual de fuerte, e incluso más, ya que no se ha separado del deporte. «Es muy sencillo, me aporta vida, me permite disfrutar de ella, y disfrutar también de familia y amigos«, explica Gabi quien es feliz gracias al deporte, ya que le ha permitido «sentirme vivo», pero también afrontar nuevos retos personales. Por ejemplo el que cumplió nadando en mar abierto, cuando hizo 6 kilómetros entre el Forum y el Hotel Vela. Ahora su reto más personal a sus 65 años pasa por intentar cruzar el estrecho de Gibraltar. Más allá de esto se ha mostrado muy interesado en el proyecto relacionado con el Waterpolo Ability, puesto que está trabajando para introducirlo en nuestro país por medio del Atlétic Barceloneta.

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