Fuga de cerebros a tutiplén. En los últimos años muchos han sido los jugadores españoles que han optado por cambiar de aires y probar fortuna en otras competiciones de nuestro entorno. Sin embargo, lo que para algunos es «una Liga de menor nivel y sin visos de mejora» (en referencia a la española), para otros es una cuna donde desarrollarse en vistas a dar el salto profesional. Y sino me creen, pregúntenle a los holandeses que se han ido afincando en las últimas temporadas en nuestro país. Sobretodo a través de la creación de la academia BIWPA, mediador entre Federación holandesa y los clubes de nuestro país. Sin ir más lejos, esta temporada se producirá una segunda fase del proyecto por lo que se refiere a la participación de jugadores holandeses en División de Honor. Ya en la pasada temporada se pudieron ver a siete jugador en la competición doméstica, cumpliendo varios de ellos el ciclo después de un notable crecimiento profesional. De momento tres de ellos jugarán la próxima campaña en la Liga húngara (Koopman, Van Mil y Reuten) y uno en la Liga alemana (Winkelhorst). Para esta temporada que se avecina se espera la llegada de una nueva remesa de deportistas provenientes de los Países Bajos. Jugadores que se incorporan al nuevo ciclo olímpicos nacidos entre los años 1995 y 1997 y sobretodo con mucho talento, grandes condiciones físicas y una excelente actitud de trabajo que hace que se conviertan en pieza muy importantes para sus respectivos equipos. Por el momento, Kjeld Veenhuis y Cas Westerwoudt jugarán en el Sant Andreu, Guus van Yperen y Jesser Nispeling en el Catalunya, Jorn Muller y Mika Smelt en el Molins de Rei, mientras que Van den Burg lo hará en el Mediterrani.
@etoster