Con una media de 22 años, la selección española se presentó con un equipo joven y algo desconocido para jugar el último compromiso de World League que venció con solvencia a Ucrania en las instalaciones de UE Horta. Allí David Martín quiso aprovechar una oportunidad única para ver en acción a una serie de jugadores que vienen haciendo las cosas bien en sus respectivos equipos. «Es un premio para jugadores que lo están haciendo bien en sus clubes y un seguimiento por nuestra parte a jugadores que creemos que pueden tener recorrido en el futuro. Si queremos ser una selección competitiva a corto plazo debemos ser capaces de contar con un grupo amplio de jugadores con capacidad de jugar a nivel internacional y estos partidos permiten a los jugadores demostrar sus cualidades, siempre sin olvidar a qué rival nos hemos enfrentado» explica a WATERPOLISTA.com el seleccionador español quien reconoce que el proyecto para con el equipo nacional pasa por trabajar con un grupo de unos 18 jugadores que generen competitividad dentro del colectivo.
«Lo más positivo es que es un grupo de jugadores con una muy buena predisposición a trabajar y a aprender. Lo más importante en la élite es no parar nunca, cada día de entrenamiento debe ser una oportunidad para mejorar. Las nuevas generaciones tienen unos modelos delante como Fran, Felipe, Dani, Minguell, Munarriz, etc.. que deben servir como ejemplo de cómo un deportista de élite se debe preparar en el día a día para mejorar la parte física/mental y la parte técnica/táctica. Esta es la clave, no hay secretos, trabajar cada día para seguir creciendo. Si los jóvenes se fijan en estos modelos, las posibilidades de llegar y asentarse en la élite internacional serán mayores», argumenta Martín quien marca la hoja de ruta: «la idea es conseguir que la selección esté compuesta por un grupo de 16 – 18 jugadores con capacidad para jugar en las grandes competiciones. Si queremos competir contra las grandes potencias, España no puede depender de solo 13 jugadores. Esta competencia sana es la que hace crecer a un grupo en el día a día. Por eso, la idea es ir dando oportunidades a algunos jugadores para que demuestren su valía. Sin embargo, los jugadores ya saben que el que quiera entrar en esta selección deberá demostrar un grado de compromiso muy alto con el grupo e interiorizar los valores que definen a esta selección«, puntualiza.
Y es que el objetivo de la RFEN es claro, puesto que desde el staff técnico de la selección española quieren poner todos sus conocimientos en la construcción de los jugadores, algo que consideran «clave para conseguir que aquellos jugadores con talento puedan desarrollar todo su potencial«. «Ahora mismo la realidad es que muchos de estos jugadores no están preparados para afrontar una gran competición absoluta, por eso debemos ayudarles en el camino. Nuestra idea es centrarnos en esta construcción para conseguir a medio-largo plazo que estos jugadores estén listos para afrontar este tipo de partidos. Hay que tener paciencia y no caer en el error de pensar de qué ya están preparados. Desde la Federación se está trabajando a corto plazo para Tokio 2020 y a medio-largo plazo para el ciclo de París 2024 y es ahí donde algunos de estos jugadores pueden empezar a ser piezas clave en la selección», apostilla David Martín, quien considera determinante el trabajo de captación de deportistas, donde los clubes son la base de la pirámide. «A partir de aquí se inicia un proceso de formación donde clubes y centros de tecnificación trabajan de la mano para ayudar a los jugadores en su crecimiento deportivo y en su construcción física y técnica. Por último, es muy importante todo el trabajo realizado por los entrenadores de las selecciones de categorías en las competiciones internacionales para hacer crecer a estos jugadores a nivel competitivo en el ámbito internacional«, sentencia.
@etoster