Marta Fuertes echa de menos la adrenalina

La dificultad de combinar el deporte de máximo nivel con su carrera académica como veterinaria provocó que el curso pasado Marta Fuertes se viera obligada a dejar a un lado el waterpolo para centrarse en su formación. «Cada vez me exigían más tiempo y no podía dar el cien por cien en ninguno de los dos ámbitos. Al final son muchos años, y la vida te obliga a tomar decisiones», reconoce ahora a WATERPOLISTA.com la deportista, para quien el waterpolo ha sido parte de su día a día, ya que sin ir más lejos gracias a este deporte ha logrado hacer amistades para toda la vida, por lo que como es lógico la decisión de dejar por el momento el waterpolo ha sido para ella muy difícil si tenemos en cuenta que como deportista se define como constante y trabajadora que lo que siempre ha buscado ha sido crear buen ambiente en el equipo, algo que considera fundamental, y algo que siempre ha existido en su club, la Escuela Waterpolo Zaragoza que define en tres palabras: «acogida, equipo y amistad«.

Aunque no está en el día a día del equipo, bien es cierto que desde fuera ve «muy bien» al equipo de Fran Orizo que milita en la Liga de División de Honor Femenina. «Sé que ahora tienen unas condiciones de entreno excelentes. Y respecto a la liga están ganando lo que tenían que ganar, y obteniendo buenos resultados contra rivales fuertes«, reconoce una jugadora que aunque ha estado sólo dos años en el equipo se ha sentido siempre como una más. «Éste último año ha venido macado por la pandemia, que provocó el final anticipado de la temporada. Aun así, creo que es un equipo que a pesar de las dificultades siempre planta cara y se crece ante la adversidad. Le veo un futuro prometedor«, puntualiza una jugadora que no descarta en volver algún momento al waterpolo. «De vez en cuando siento nostalgia y me apetece sentir la adrenalina que sentía antes de jugar un partido o compartir momentos con mis compañeras de equipo», sentencia.

@etoster