Pedro Biart: el acento cubano del CN Martiánez de los 2000
El cubano que en su etapa como jugador fue, entre otras cosas, capitán de su selección en Barcelona 92, se asentó como entrenador en CN Martiánez, antes de pasar por CW Sevilla e incluso por la selección de México
Cuenta con una trayectoria que a más de uno le gustaría tener. Pedro Biart es desde el año 2012 Director Técnico del Lautada Urpolo, equipo de Vitoria – Gasteiz que compite en la Liga vasca tras una dilatada trayectoria en la que destaca, entre otras cosas, su paso por el equipo nacional mexicano como seleccionador. Aunque la etapa que mejor recuerdo guarda es la que le llevó a ser entrenador del CN Martiánez en la Liga de la División de Honor. Entre los años 2002 y 2010, el técnico cubano alcanzó grandes cotas a lo largo de sus 8 temporadas en Puerto de la Cruz logrando, entre otros hitos, jugar en Europa hasta en dos ocasiones. Lo hizo en Rusia (2005/2006) y Alemania (2007/2008). En este sentido destaca el enorme respeto que ganó el equipo tinerfeño a nivel nacional, convirtiéndose en ésta época en un clásico de la competición doméstica. En el año 2007 consiguió una histórica quinta plaza. Y es que la piscina portuense se convertía cada fin de semana en un fortín difícil de batir. «La afición nos llevaba en volandas cada jornada», puntualiza un profesional del waterpolo que destacó en su etapa como jugador, principalmente a título internacional, puesto que participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 como, siendo a su vez capitán de la selección cubana.
| La época que el dinero volaba
«En general defino esta etapa cómo la más bonita de toda mi carrera«, señala Biart, el cual ve clara diferencias en cuanto a cómo se vive a día de hoy el waterpolo con respecto a una época en la que los problemas económicos brillaban por su ausencia y cada año todos los equipos se peleaban por formar la plantilla más competitiva. El dinero volaba. Era la época de vacas gordas. En el caso de su equipo, el hermano mayor de Yuri Biart (un clásico del CW Navarra que destacó siempre por su enorme portento físico) confiesa que era «un grupo duro físicamente e involucrado en el trabajo diario» con numerosos jugadores talentosos que dejaron huella en la Isla. Entre otros muchos, Biart alude a dos galácticos: Marco Drasevich y el serbio Barba. «Eran dos jugadores que se dejaban la piel por el equipo«, apunta. Sin duda alguna, Biart vivió uno de los momentos más dulces del Martiánez en la élite.
Una vez llegó a su fin su etapa en las Islas, Biart cambió de aires y apostó por una oportunidad única como seleccionador de México en 2010, con quien alcanzó, entre otras cosas, el bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez ese mismo año. Todo esto después de estar al frente del CW Sevilla durante una temporada. También en División de Honor. «Intenté trabajar la base en busca de un proyecto de futuro combinando jugadores muy jóvenes con algunos de experiencia. Siempre fue un poco complicado, puesto que los mayores en su mayoría todos tienen compromisos personales y obligaciones laborales«, explica el que fuera capitán de la selección cubana. Ahora está al frente del equipo vasco del Lautada Urpolo, donde dice haber creado un proyecto de «gran ilusión con resultados positivos en todas sus categorías desde infantiles hasta absolutos«.