Pros y contras de la evolución del waterpolo en Portugal
Conocemos la situación actual del waterpolo portugués desde la visión de Tiago Santos, quien viene compaginando sus funciones de entrenador del primer equipo masculino del CN Rubí, con la de Director Técnico del Fluvial
A pesar de los innumerables intentos de hacer emerger el waterpolo en Portugal, éste no termina de encarrilar un crecimiento sostenido. «Veo que se va a varias velocidades, hay áreas que hemos ido para atrás o estamos parados, pero también hay cosas muy buenas», explica a WATERPOLISTA.com Tiago Santos, entrenador del primer equipo masculino del CN Rubí y a su vez, Director Técnico del Fluvial, quien considera que el nivel de los jugadores ha dado un salto de calidad, y como ejemplo pone la notable actuación de Rui Ramos en el combinado rubinense con 40 dianas en su haber. A ello hay que añadir que se trabaja para poder tener «opciones reales» de participar en el próximo Campeonato de Europa, más allá de la presencia continuada en competiciones europeas por parte de entidades portuguesas. «Lo que más me entusiasma es que están desarrollando un Plan de iniciación de natación multidisciplinar que puede ser un punto de inflexión muy importante en el desarrollo y en el aumento de practicantes de waterpolo. Pero también es verdad que hay varias áreas en las que la dinámica no es buena. Por ejemplo, no hay partidos de categorías femeninas y la liga femenina es muy gris. Cesaron varios clubs y no hay nuevos clubes. En el pasado las selecciones nacionales tenían más recursos para prepararse. Otro tema que necesita atención es el arbitraje. En mi opinión está muy abandonado por parte de la federación y considero que el arbitraje es fundamental para el desarrollo del waterpolo«, explica el responsable encargado de trazar las líneas de trabajo de la entidad.
En este sentido, Santos desvela que hace algunos años que desde el club se sentían estancados. «Observamos varias necesidades. En primer lugar, la necesidad de mejorar el nivel de los jugadores seniors. En segundo lugar, el hecho de mejorar el nivel de los entrenos, para evolucionar a nivel técnico y táctico los primeros equipos. Paralelamente necesitábamos implementar un planning de desarrollo deportivo, para los jóvenes de la cantera; ayudándolos a mejorar su nivel. Todo ello favorecía que fuésemos capaces de “picar piedra” junto a las federaciones. Con eso queríamos cambiar ideas y mentalidades», comenta un profesional que pone en valor la labor de sus predecesores, en ambos casos de origen español. «El primer entrenador que llegó fue el crack de Joan Albella. En el poco tiempo que estuvo consiguió muchos de los objetivos, comentados anteriormente, y dejó en el club una huella importante. Después con su salida llegó Alfonso Merino que con más tiempo ha hecho un trabajo más estructurado. Mirando con mucho cariño para la cantera y buscando que los jugadores y jugadoras absolutos cambien hábitos, y además ha sido capaz de iniciar varios proyectos estructurales para el desarrollo del club», puntualiza.
A pesar de buscar implementar una línea de trabajo que se mantenga en el tiempo y haga evolucionar el proyecto, lo cierto es que las competiciones no terminan de ayudar, sobretodo en el plano femenino. «El sistema de competición en Portugal es similar a España con una liga regular y playoffs. En las categorías compiten en ligas regionales y después tienen su respectivo campeonato nacional. Considero que a nivel competitivo ahora mismo habría que mirar para la liga femenina. En mi opinión, creo que se debería ajustar un poco el sistema competitivo. Debido a que hay muy pocos equipos, eso no les permite competir y lleva a una desmotivación. En cambio, si se ofreciera una liga más corta y con torneos puntuales organizados por los clubs y federaciones, esto podría motivar más a las jugadoras. Además si se propusiera un cuadro competitivo más versátil, dónde se permitiesen una serie de agrupaciones más flexibles permitirá el desarrollo integral del waterpolo femenino», detalla el técnico afincado en la Liga española, el cual tiene muy claro cuáles son los aspectos a mejorar: «lo tengo muy claro, lo primero que tiene que pasar es que cada un deje de mirar su árbol y se preocupe con la floresta. Hay demasiada crispación y demasiados egos para ser tan pocos y si no somos capaces de encontrar un camino conjunto la situación del waterpolo portugués no mejorará. Es importante que todos comprendan la importancia del concepto “ceder”. Verlo de forma positiva y sumatoria y no como una derrota; ya que el waterpolo portugués necesita de un designio común y ser abrazado por todos. Las federaciones tienen que ser la locomotora y trazar las grandes rutas. Desde mi punto de vista es prioritario que se cuide a los más jóvenes. Buscando políticas deportivas para tener nuevos jugadores, pero también muy importante en cuidar los que tenemos. Por ejemplo, que niñas menores de 18 años no tengan partidos oficiales de su categoría es algo que me quita el sueño. Por otro lado, los clubs tienen de buscar mejorar el día a día de sus jugadores. Por ejemplo, se ha normalizado que para entrenar a la cantera se fiche a un entrenador joven, algún jugador… Pensando que es sólo para entretener a los niños. Pero el cambio para mejorar está en cuidar a esos niños, en cuidar la cantera y poner los mejores entrenadores desde la base», comenta un técnico que transmite waterpolo al cien por cien con una dualidad de funciones entre dos clubes.