‘Se agranda la leyenda de David’

"Siempre he dicho que los grandes equipos donde abundan los grandes jugadores, sin un gran entrenador nunca consiguen todo aquello que podrían haber conseguido", asegura que Rubén Darío en su sección 'El Ojo Crítico'

Este artículo está enviado justo antes de disputarse la final masculina de Budapest. No hace falta ganar el oro del Europeo (único título hasta la fecha que jamás ha conseguido el equipo masculino) para catalogar al seleccionador David Martín como leyenda. Ni tan siquiera por jugar su tercera final en tres años se merece ganarse este apelativo, entre otras cosas porque Martín ya era una leyenda del waterpolo nacional.

El 24 de julio de 2.014 escribí un artículo en mi blog (estimado lector, no pierda el tiempo buscándolo ya que hace más de tres años que lo tengo parado, y además eliminé muchas entradas que consideraba banales, dejando únicamente aquellas entradas que pienso que siempre deben perdurar) titulado http://rubendarioyelwaterpolo.blogspot.com/2014/07/la-leyenda-de-los-martin-chus-y-david.html donde hablaba no sólo de David, si no también de su hermano, Chús. Otro genio. Hoy, seis años y medio después vuelvo a la figura de David.

El sábado las chicas y su staff técnico con Miki Oca al frente, consiguieron una medalla más a su larga colección. Otro oro. Un título merecido que confirma que exceptuando la selección americana, no hay ninguna selección que pueda competir con las nuestras. El equipo nacional femenino es un equipo de ensueño «un dream team» y claro favorito (las casas de apuestas, las que mejor conocen las probabilidades de victoria en el mundo del deporte, las ponían una vez más como máximas favoritas al oro. De hecho sólo las ya mencionadas USA cuando participan tienen ese privilegio superior a las españolas) en Budapest. Además cuentan en su plantilla con la mejor jugadora y más determinante del mundo, como es Maica García, en sus filas. Además Paula Leiton es probablemente la mejor segunda boya del mundo (en un deporte, el nuestro, donde la posición del boya hipoteca el 90% de los ataques, sea directa o indirectamente), y cuentan para más inri con el mejor tridente exterior del panorama internacional con Bea Ortíz, Anni Espar y Roser Tarragó, que sólo tiene parangón en el trío americano de Rachel Fattal, Margaret Steffens y Kiley Neushul. Si a esto añadimos que la portera Laura Ester fue elegida la mejor jugadora europea del año pasado por la Len, y que llevan años con el mismo staff técnico, los triunfos y las medallas son como el pan de cada día (Ojo y esto es importante para evitar tergiversaciones simplonas e interesadas. La selección femenina es ya desde hace unos años leyendas de este maravilloso deporte. Nadie les regala absolutamente nada y todo lo que consiguen se lo ganan. Tanto que han elevado tanto su nivel que ahora son lo que serían un Barcelona o Madrid en la liga española de fútbol, y es por eso y nada más que por eso, que ganar o conseguir medallas es lo «normal». Si somos exigentes y en el lado competitivo hay que serlo, con ese equipo todo lo que no sea subir al podium en una gran competición internacional, es cuanto menos que un «pequeño paso atrás»).

Como el lector ya sabía o como habrá podido leer, los condicionantes femeninos eran perfectos para conseguir grandes cosas, todo lo contrario al equipo que se encontró el seleccionador masculino. La llegada de David a la selección tenía dos «regalos» como la renuncia de dos de los tres mejores jugadores por entonces (el tercero, Felipe Perrone, hacía ya dos años que había renunciado…para luego volver. E incluso habría que apostillar que otro de los grandes de nuestro país, el zurdo Xavi García tuvo que nacionalizarse croata por esas cosas inexplicables del destino, y que de no hacerlo, seguramente estaría dentro de los 13 que hoy van a jugar contra Hungría la final del Europeo) del combinado, como eran Guillermo Molina y el zurdo Gonzalo Echenique. Además cogía un equipo que hacía años que había perdido el rumbo y donde alcanzar unas semifinales, eran cuanto menos una quimera. Su resultado en su primera gran competición (Budapest, otro vez allí) fue lo esperado, y la novena posición final no quedará para el recuerdo ni de los más fieles seguidores de nuestra selección. Pintaban bastos para David en sus primeros meses como máximo responsable técnico de la selección, pero como en la vida también hay cosas positivas, esta iba a llegar en la vuelta de Perrone a la selección. Felipe forma parte de ese reducido jugadores top de la actualidad del panorama internacional, junto al montenegrino Ivovic, el húngaro Varga, el italiano Di Fulvio y el ya tristemente retirado, el croata Sukno (el jugador con más gol desde los años del serbio Sapic). Junto a este elenco de super cracks no tardará en llegar el zurdo Mandic (ya que los Filipovic y Prailanovic hace ya un par de años que han dejado de serlo, aunque siguen siendo excelentes). Pero Perrone es un top pero dentro del top 5 y no el top 1 como la mencionada García en chica, y esa es una pequeña gran diferencia y es por ello que la selección femenina siempre está ahí arriba.

Entre los logros de David al frente de la selección destaco que ha sido capaz de cambiar la mentalidad del conjunto en tiempo record, y hacerles creer que todo es posible. Su preparación y estudio de los rivales es de manual sólo al alcance de las mentes privilegiadas. David se ha aprovechado con inteligencia del trabajo de su hermano en la Barceloneta, ya que 10 de los 13 integrantes del combinado nacional juegan y entrenan juntos todo el año (trabajo que en parte también es suyo, ya que no olvidemos que ya estuvo como segundo de su hermano el año de la primera y única de momento, champions de la Barceloneta, con el añadido que David jugó muchos años al lado de los que ahora son jugadores suyos). David le ha dado su visión y filosofia particular. Su acierto en el resto de los tres convocados ha sido otro gran acierto, especialmente en meter a Bernat Sanahuja y Adri Delgado, y por qué no, en confiar en Del Toro cuando éste aún no jugaba en la Barceloneta. Pero lo más maravilloso, lo más increíble y lo que hace que su leyenda se agrande, es ver como ha conseguido que un equipo de jugadores buenos se convierta en un equipo de un nivel increíble. Y lo ha hecho porque a excepción de Perrone que ya es una leyenda del waterpolo nacional e internacional, y quizás sin contar a un futuro (aún les queda un poco) top 5 como Alberto Munarriz o Roger Tahull , el resto del equipo no son cracks universales como en su día lo fueron los Jesús Rollán, Chava Gómez, evidentemente Manel Estiarte, Chiqui Sans, Toto García o Iván Pérez. Pero David hace que Dani López-Pinedo sin serlo se convierta en el mejor portero del mundo cuando se juega una gran competición (hago un inciso aquí. Yo a Dani en mi último año como jugador con Joan Jané como entrenador, le metí un hat trick en Sant Andreu, y antes cuando estaba en el Mediterrani ya le había hecho otros tres goles en un partido. !Yo! Para alucinar. Siempre (cuando yo jugaba) me parecía un portero normal, con calidad pero normal. Y nunca, y lo digo claramente, nunca pensé que Dani llegaría a alcanzar un nivel tan alto. Es por ello que que a un tío así, lo mínimo que yo puedo hacer es hacerle una entrada personal dentro dde un tiempo. !Larga vida al muro! París te espera. De hecho te prometo llevarte a comerte el mejor gofre del mundo cerca del Parque de Luxemburgo). David hace que jugadores como Marc Larumbe, Fran Fernández o Alex Bustos, jugadores que se asemejan más a jugadores de balonmano en fase defensiva, de ve en cuando aporten goles importantes a la selección, y más cuando hablamos de una selección que gana los partidos metiendo muy pocos goles. David hace que un tío como Miguel del Toro pase de ser un jugador que hasta hace poco jugaba en primera nacional, a un boya-defensor increíble. Incluso es capaz de meter dentro de un sistema extremadamente disciplinado, a un jugador que ralla a veces la anarquía como es Álvaro Granados (me recuerda salvando las distancias y con un estilo de juego que no se parece en nada, al anteriormente mencionado Alexandre Sapic, que ya con 18 años y jugando en el Becej serbio, antes de jugar la final four de champions que jugó también ese año el CNB, ya había metido 40 goles en la fase de grupos mientras el segundo máximo goleador de la competición, sólo llevaba 22 goles), jugador muy necesario en un equipo donde Perrone y Munarriz se llevan las grandes atenciones defensivas (aparte de Tahull) de los equipos rivales.

Siempre he dicho que los grandes equipos donde abundan los grandes jugadores, sin un gran entrenador nunca consiguen todo aquello que podrían haber conseguido. En cambio la historia donde se inspiran muchos directores de cine para hacer grandes películas, está llena de equipos con jugadores «normales» guiados por un excelente entrenador. Y esta en mi opinión es la historia de esta selección masculina, como el seleccionador David Martín como hombre clave y rodeado de unos jugadores maravillosos.

No sé que pasará hoy dentro de una hora en el Duna Arena de Budapest. Está claro que si ganan hoy conseguirán algo que la gran generación de oro de nuestro waterpolo de todos los tiempos, nunca antes consiguieron, ser campeones de Europa, pero lo hagan o no, este equipo y David se merecen el mayor de los honores. Sois todo un ejemplo para las nuevas generaciones.

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