Un año más, entre los mejores equipos del Mundo

La selección española de waterpolo cierra un 2018 marcado por la medalla de bronce en el Europeo de Barcelona. Si bien durante el año han sido varios los torneos – ya sea Liga Mundial, Europa Cup, Juegos del Mediterráneo o la Copa del Mundo FINA – la cita catalana ha sido el centro de atención en un mes de julio, en el que el waterpolo fue el deporte rey en la mítica Bernat Picornell. Era la primera vez que un Campeonato de Europa contaba con 12 selecciones. El crecimiento permitió a combinados de menor relevancia colarse en la más importante cita continental, como es el caso de Turquía, Israel, Serbia y Croacia – estas dos últimas superpotencias en chicos pero en un nivel opuesto en chicas.

La Europa de las dos velocidades dejaba, por un lado, a seis equipos como candidatos al triunfo. Tres equipos fuertes en cada grupo. A España le tocó lidiar con Hungría y Rusia – dos de las selecciones con las que más se ha enfrentado durante todo el año. Ser primero permitía tener un choque de cuartos de final asequible y por tanto el camino hacia las medallas más cómodo. Lo mismo pasaba en el grupo B. Ahí, entre Holanda, Italia y Grecia se jugaban ser primeras, con las orange logrando el objetivo y por tanto verselas contra la cenicienta alemana en cuartos. La emergente Francia sería cuarta en esta fase.

La selección cuajó un excelente Europeo. Se puso las pilas de entrada en la inauguración del torneo. Las inevitables húngaras fueron su rival para empezar y para acabar. Un 13-9 con 6 goles de Bea Ortiz – en su consagración internacional como máxima artillera del torneo – y 4 de Maica García en su retorno a la selección daban el primer golpe. Los siguientes compromisos ante Alemania, Turquia y Serbia, acabaron con tres goleadas con la máxima renta del 32-2 ante las turcas. No era el mejor escaparate para el waterpolo ver a jugadoras acabar partidos llorando. Un posible triple empate, donde se sumasen los goles a favor, propiciaba que no se bajase el pie del acelerador. No hicieron falta estas cábalas ya que la victoria por 12-11 ante Rusia, en la última jornada de la primera fase, con gol decisivo de Maica propiciaba este primer puesto.

La fase final

La jornada de cuartos de final deparó dos victorias cómodas para los primeros de grupo. España goleó 14-5 a Francia mientras Holanda vapuleaba por 22-2 a Alemania. Previamente se vieron dos de los mejores partidos del torneo. Hungría remontaba en un increíble final con un parcial de 4-1 con golazo de Rita Keszthely y penalti parado por Krisztina Garda para vencer por 10-9. Previamente, Grecia y Rusia se fueron hasta los penaltis para decidir quien luchaba por las medallas. Grecia rompía su maleficio tanto con las rusas como con los penaltis.

Después de estar todo el Europeo jugando a las diez de la noche, la LEN programó las semifinales, a las 5 y las 6.30, primó la cena de los VIPs en lugar de primar, la mejor hora para jugar. Holanda se metió, con más autoridad que marcó el 8-7 en la final. España no tuvo su día en la semifinal ante Grecia. Se perdió por 9-11 en un choque que se torció ya en el segundo cuarto con un duro parcial de 1-5 que seguió hasta el 5-9.. Las griegas, jugaron un partido perfecto en defensa. Las helenas, con su jefa Alexandra Asimaki, actuaron con muchas ganas de dar una alegría a su país tras ver como decenas de compatriotas murieron en unos devastadores incendios. La dedicatoria de Asimaki o Avramidou llorando en la zona mixta en el recuerdo. También la tristeza por la derrota de las chicas de Miki Oca.

España quería una medalla y la tuvo en la lucha por el bronce. Ganó de manera rotunda a Hungría por 12-6 con un 5-1 de entraada y un 10-3 a ocho minutos para el final. En la final, Holanda aplicó su rodillo de todo el Europeo y se impuso por 6-4 a Grecia. El bronce significó continuar un año más en un podio internacional. Tras la medallla de plata del Mundial del 2017, el bronce refrendó una vez más la década prodigiosa del waterpolo femenino español.

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