Un waterpolo cubano con muy escasos recursos y una gran ilusión: disfrutar y crecer

La selección cubana femenina disputó hace unas semanas la Intercontinental Cup de la FINA World League que se celebró en la ciudad de Lima (Perú), aunque eso si estuvieron muy cerca de quedarse a las puertas de la cita internacional debido a problemas de índole burocráticos. Sin embargo, el equipo nacional dirigido por Jorge Del Valle se presentó e hizo lo propio en un Campeonato clave en el devenir directo de la selección. «Esta cita nos permitió conocer cómo se está jugando actualmente el waterpolo, además, cuál esta siendo la tendencia de los planteamientos tácticos de los equipos de primer nivel, los sistemas de juego defensivo y ofensivo mas utilizados y cuáles son las capacidades físicas, técnicas y tácticas en las que debemos trabajar para estar a tono con esos países. También pudimos apreciar las características del arbitraje y su influencia en las estrategias trazadas para obtener los resultados deseados. Debo añadir que participar en éste tipo de eventos nos trasmite experiencia tanto a los entrenadores como a los jugadores que se acumulan para competencias venideras», explica a WATERPOLISTA.com el seleccionador cubano que define a su jugadoras como un equipo con «potencial, pero muy joven, sin experiencia internacional competitiva y con deficiencias físicas, técnicas y tácticas de base«.

En este sentido, el entrenador del combinado cubano considera que la situación del waterpolo en el país pasa por que hoy día carecen de «recursos financieros para tener piscinas llenas y medios como porteras o balones«, puntualiza Del Valle, el cual entiende que estas deficiencias para desarrollar el waterpolo en plenitud repercuta en el trabajo en las primeras edades, y por tanto afecta «en la pirámide de la formación deportiva«. «Además de la discreta participación en eventos nacionales, solo una en todo el año y de una semana de duración, por lo que motivación es muy poca«, resalta el técnico que por tanto considera que la evolución ha sido «lenta y discreta». Sin embargo, la participación en la World League puede ser el comienzo de una nueva andadura, teniendo claro la hoja de ruta que buscarán llevar a cabo: «los retos son trabajar duro con lo que tenemos para rescatar la actuación de los equipos y resultados de la década del 70 y 80. Además queremos volver a insertarnos en la élite mundial, recuperar nuestra hegemonía en el área Centroamericana y Panamericana, así como lograr que a pesar de ser pobres y con limitaciones, se nos respete, admire y aprecie«, comenta.

@etoster