Un resumen cualquiera del Mundial de Budapest 2022

"Que David Martín es uno de los mejores entrenadores del mundo y posiblemente el mejor estratega de todos los que llevan una selección, es algo cada día más evidente", comenta el columnista de WATERPOLISTA.com

Que conste en acta que este resumen va a haber la luz (o la noche si se decide publicarlo después de la final) únicamente porque Kike, el creador de WATERPOLISTA.com y pieza clave que a día de hoy se siga promocionando nuestro bello deporte, me dijo ayer por la tarde «Mañana al acabar la final quiero un resumen tuyo del mundial». Yo, siempre tan predispuesto a todo con tal que la llama del waterpolo no decaiga nunca, le dije «Paso. El día del señor no trabajo». Kike contestó «Claro que sí. Mañana sin falta que tu opinión siempre interesa a mucha gente» a lo que le respondí «No sé a quién le puede interesar lo que yo diga o escriba, pero vale, como quieras».

Así que aquí estoy dando únicamente una opinión más de las muchas que va a haber, y siempre de la manera más subjetiva posible. Eso sí, antes de nada dar quisiera dar las gracias en nombre de todo el mundo, a los grandes artífices de haber visto de la peor manera posible lo que debería haber sido una gran promoción del waterpolo nacional e internacional. Se sigue sin querer entender que el objetivo número uno nunca debería ser siquiera ganar el oro mundial, olímpico o europeo, sino hacer llegar el waterpolo a todos aquellos que no nos siguen aún, y que evidentemente no nos habrán seguido en este mundial a través de internet y en mala calidad, no nos vayamos a confundir. Que tú o yo como locos de remate por el waterpolo seamos capaces de «tragarnos» retransmisiones televisivas en modo «Época medieval», no quiere decir que todo valga (sobre todo si encima le añadimos los innumerables anuncios que salían cada dos por tres). Es más, y creo que hablo por parte de mucha gente…los derechos televisivos se pagan cueste lo que cueste y punto. No puede ser que solo haya dinero para lo que interese y que la opinión del «pueblo waterpolístico» no sea tomada en cuenta. Luego no nos quejemos que no haya gran afición por nuestro deporte si somos los primeros en poner piedras a las ruedas. De hecho y ya finalizo, os confirmo que gente muy apasionada por este deporte, por primera vez en mucho tiempo apenas han seguido el mundial y eso no es positivo.

Que David Martín es uno de los mejores entrenadores del mundo y posiblemente el mejor estratega de todos los que llevan una selección, es algo cada día más evidente. Que Alberto Munarriz es el jugador perfecto tampoco ofrece dudas. Que Álvaro Granados juega un partido y sistema independiente a sus compañeros, que le hace ser un jugador absolutamente increíble, tampoco ofrece ninguna duda. Que Unai Aguirre te hace sentirte nostálgico y retroceder a los años del gran Jesús, es para agradecer. Que Felipe Perrone sigue siendo uno de los mejores de siempre, no se puede discutir. España es de nuevo campeona del mundo en un acontecimiento donde llegaba como máximo favorito al oro. Sufriendo claro, porque para ganar una final ante una Italia dura como siempre, hay que saber sufrir. Otra derrota en otra final y de nuevo en penaltis hubiese sido un drama de dimensiones históricas.

No ha sido el mejor torneo de los nuestros en la era Martín pero se ha aprovechado la inercia positiva de los últimos años, y la reestructuración casi total que han hecho selecciones tan poderosas como Serbia, Montenegro y Croacia, llegando a Budapest con realmente no muchas opciones de triunfo final. Estos profundos cambios en estas selecciones no deben quitar ni un ápice del enorme mérito conseguido en aguas del Danubio, ya que Hungría, Italia y Grecia son a día de hoy candidatas también a ganar y rivalizar con los nuestros.

Reiterando el éxito conseguido por los nuestros, un resumen breve del campeonato sería destacar la debacle del anfitrión, Hungría. Una Hungría llamada a reinar en casa con jugadores ofensivos de un nivel sublime como Varga, Vamos, Harai o Zalanki, pero que últimamente parece que empieza a tener un grave problema en la portería, porque Vogel no está al nivel que dejó Nagy. Destacable una vez más Grecia, que sin hacer ruido, con el portero Zerdevas fuera del agua por lesión a mitad del campeonato, sin su famosa dupla de boyas como Mourikis y Kolomvos, y con un Fountoulis un poco de bajón, ha vuelto a repetir el logro de Tokio pero ahora con un bronce. Ojo a la nueva pareja de estrellas helenas, Skoumpakis y Argyropoulos, que ya están dando mucho que hablar. Destacable también como no la actuación de Italia. Brillante. Muy buen campeonato de Di Fulvio, Di Somma y Dolce. Les ha penalizado un Echenique fallón como nunca. Basta ver sus dos partidos contra España para comprobar que a su nivel habitual, quizás la historia de Budapest hubiese sido diferente. Preocupante el juego de Serbia y Croacia (Montenegro con lo que ha traído no puede dar más) de cara a un futuro cercano. Cierto que los Prailanovic, Filipovic o Mitrovic por Serbia, o los Jokovic, Buslje o Loncar por Croacia, no volverán, pero los Bukic, Basic y Vukicevic croatas, o Radulovic, Drasovic o Lukic serbios entre otros, no te hace vibrar por un futuro como antaño. Estados Unidos y Australia siguen a años luz de las grandes potencias europeas, y del resto lo único interesante es la forma de jugar de la Japón de Inaba y Adachi. Los japoneses no ganaran pero que te ofrecen algo diferente al resto de las selecciones es un hecho. Al final al acabar un campeonato lo que la gente únicamente acaba recordando es quién ha ganado y cómo ha jugado Japón. ¿Os imagináis si a ese estilo frenético que hacen los japoneses, lo hicieran jugadores con mucha más calidad que ellos?

El resumen del mundial femenino es muy fácil y breve: Llegan las americanas, juegan y arrasan. Fin. Son un dream team muy bien trabajadas por Adam Krikorian. De hecho me ha sorprendido y mucho el técnico americano. Llegan a Budapest con la selección más terrenal de los últimos años, sin jugadoras top como las hermanas Fisher o la sempiterna Melissa Seidemann. Cambian a seis de las 13 que arrasaron también en Tokio y juegan literalmente sin boya durante todo el campeonato porque no tienen a ninguna jugadora que pueda mantener la posición en dos metros con ninguna defensora top de las demás selecciones. Las americanas vienen de ganar las tres últimas olimpiadas y los tres últimos campeonatos del mundo (cuatro con este de Budapest), y aun pudiendo caer en la auto complacencia, prepotencia o arrogancia típica yanqui en muchas cosas, acuden con humildad y cambian por completo todo su ataque entendiendo su debilidad en dos metros, y que a excepción de Haralabidis, Musselman y Fattal (Steffens es top pero el lanzamiento no es su fuerte), no tienen más lanzamiento exterior de calidad y para más inri Fattal no está nada acertada delante en todo el campeonato. Así que defienden como nunca antes lo habían hecho (el partido de la gran Johnson ante España es horrible), con mil bloqueos en los lanzamientos rivales, muy buenas contras, buen movimiento en ataque con salidas de las falsas boyas y entradas una y otra vez de fuer a dos metros, buscando exclusiones, y dos lanzadoras extraordinarias como las citadas Haralabidis y Musselman. Si a esto le añades a excepción del partido ante España de Johnson, a dos porteras espectaculares como la anteriormente citada y Logan. Esta última con un recital espectacular en las semifinales ante Italia.

Posiblemente este oro para las chicas de Krikorian haya sido el de más mérito de todos los conseguidos anteriormente. Uno por haber remodelado a la mitad del equipo de la cita olímpica, y otro por haber sido el único equipo que ha jugado y ganado a todas las otras grandes selecciones presentes en Budapest; Países Bajos, España, Italia y Hungría. Y a todas las ha barrido a excepción de la final ante Hungría a la que ganó únicamente de dos goles, pero que ya en la tercera fue hasta cuatro goles arriba.

Respecto a España ni bien ni mal como así opinó un montón de gente a las típicas preguntas que suelo hacer en mi red social de Instagram Waterpolo.Passion con el único fin de alimentar más y más la llama de este magnífico deporte. España al igual que USA llegaba al mundial con algunos cambios pero a diferencia de la americanas, seguían conservando el mejor sextete titular de todas las demás selecciones. No hay un ataque más demoledor y contundente que cuando se juntan en el agua las Anni, Bea, Elena (que viene a ser el recambio natural de Roser Tarragó en cuanto a lanzamiento terrorífico), Judith, Paula y Maica. Ni Estados Unidos que arrasa con todo es capaz de tener al mismo momento seis jugadoras de ese nivel a la vez en ataque.

España viendo como estaba el camino de los cruces, para evitar a USA hasta una hipotética final, únicamente tenía que ganar a una Grecia venida a menos en los últimos años, que además también tenía dos bajas de su habitual siete titular como la portera Diamantapoulo y la universal Eletheriadou. En un partido ni malo ni bueno, simplemente correcto, empate final ante las helenas y con ello la segunda plaza del grupo, debido a la diferencia de goles ante Francia a favor de las griegas. Segunda plaza y cruce terrorífico ante USA. En otro ni buen ni mal partido derrota clara de las nuestras. A destacar y esto a este nivel no debería pasar, nunca dos jugadoras por mucho que sean de un nivel top como Musselman o Haralabidis te pueden marcar 11 de los 13 goles recibidos.

Respecto a las demás selecciones convendría a destacar la vuelta al nivel competitivo de Italia, gracias especialmente al toque que le está introduciendo uno de los legendarios del mítico Settebello masculino, como el gran Carlo Silipo, que después del «fracaso» de Zizza al mando de la selección, han finalizado el mundial en una muy positiva cuarta plaza final. Muy buen papel también de dos selecciones que están a día de hoy al mismo nivel que España, Países Bajos y Hungría. Las magiares siempre excelentes en ataque con las Keszthelyi, Gurisatti o Szilagyi, entres otras, por fin han podido encontrar a una portera con mejores prestaciones que la habitual Gangl, portera correcta pero sin alardes, y es en la joven Magyari donde tienen a partir de ahora una pieza muy destacada, a pesar que en la final tuviera en la tercera parte un par de errores importantes.

Acabado el mundial femenino podemos afirmar que las que dentro de poco van a disputarse el Europeo de Split; España, Países Bajos y Hungría, han desperdiciado una oportunidad única para superar a Estados Unidos (en París con dos años más de trabajo, las de Krikorian pueden ser aún más difíciles de batir que ahora, y más si por lo que parece va a ser la última Olimpiada de las Johnson, Fattal y Musselman).

Nos espera un Europeo femenino en Split, Croacia, realmente apasionante y donde las nuestras serán claras candidatas a la victoria final.

Quiero finalizar con dos cosas: La primera es agradecer el enorme éxito de nuestras chicas y de nuestros chicos estos últimos años. !!Sois muy grandes!! Segundo, es compartir con vosotros dos preguntas que me he hecho cada vez desde hace muchos años, cuando una de nuestras dos selecciones consiguen algo grande. ¿Qué va a aportar este oro realmente al waterpolo español? y ¿Va a ser esta vez diferente a todas las otras veces?

twitter-bird@etoster

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