El amor de Daniel Segura a unos colores
El deportista madrileño de 21 años afronta con ilusión y ambición el reto de jugar con el CNW Majadahonda en la Liga de Segunda División Masculina donde espera que el equipo se consolide y gane fuerza
Con la ilusión y ambición por bandera, el CNW Majadahonda parte con el reto de hacerse un nombre en la Liga de Segunda División Masculina después de lograr un merecido ascenso esta temporada. Para tal fin, Carlos de la Torre cuenta con Daniel Segura, un jugadora que basa su trayectoria deportiva en el esfuerzo y el compromiso, ya que según reconoce a WATERPOLISTA.com se adapta muy bien a lo que le pide el entrenador en función a la situación del partido, aunque por su físico la posición en la que más destaca no es otra que en la de boya. No obstante, juegue donde juegue para del volver a este club es especial. «Este club lo crearon nuestros padres cuando desapareció el club anterior y mi generación fue la primera de todas y por eso tengo un especial vínculo con el club. Además con todo lo que han trabajado los padres de los jugadores para sacar esto adelante cada temporada jugar en un club tan familiar como este es un regalo. Todo lo que se hace en el club lo hacen los padres y eso hace que sea un club tan especial», explica.
En este sentido, a nivel deportivo Segura considera que este año tienen una plantilla bastante corta por la situación que hay y las lesiones. «Y de todos los jugadores solo cuatro tenemos experiencia en liga nacional con lo cual hay también una clara falta de especiencia. Además somos un grupo muy joven, solo hay que ver que yo con 21 años soy el más mayor del equipo. Sin embargo veo mucha actitud muchas ganas y estamos trabajando muy buen día a día, hay muchísimo potencial tanto en el primer equipo como en categorías que falta por explotar. Veo muchas ganas e ilusión que junto con trabajo y constancia va a traer muchos éxitos a este equipo. Estoy contento con el equipo y creo que vamos a hacer las cosas bien este año», explica con claridad el deportista madrileño que entiende que al ser el primer año en Liga Nacional y con la juventud del equipo, el objetivo principal no es otro que la «permanencia«.
Para lograr el reto de la salvación, Daniel espera aportar «experiencia pero sobre todo espero ser una referencia para los más pequeños en cuanto a trabajo compromiso esfuerzo y actitud, valores que me han enseñado en el club desde pequeño.Y que los jugadores de categorías tengan una referencia que no tuve yo en puesto que no había un equipo en liga nacional«, asegura, a la par que desvela cuales son sus retos personales para con el waterpolo: «todo el mundo sabe que es muy difícil compaginar el tantas horas de entrenamiento y viajes con los estudios y por eso el mundo del waterpolo ha perdido grandes talentos. En mi caso estoy acabando una ingeniería y saldré dentro de poco al mercado laboral lo que hace que no me pueda plantear objetivos a largo plazo. Sin embargo me haría especial ilusión poder dejar al equipo jugando en primera división antes de dejar de jugar que espero que sea dentro de mucho«, concluye.