Europeo cadete: una plata que sabe a poco, y que vale mucho

Una plata que sabe a poco y vale mucho. Es lógica la decepción de nuestra selección cadete al caer, en la final del campeonato de Europa, ante Hungría, una derrota amplia, ante un equipo que se ha mostrado superior a todos desde el inicio de la competición. No hay nada a recriminar a nuestro equipo, todo lo contrario, su campeonato ha sido de nota, una sola derrota y ante el campeón y lo que es mejor, por un camino plagado de dificultades, debiendo superar ya en la fase de grupos a Rumania, por un apurado 9-10 o Italia por 10-11, ambos partidos con un plus añadido a los puntos y al descanso merecido antes de los cuartos de final y hablo de la madurez que se coge, la conjunción, la unión de equipo que se consigue con victorias tan trabajadas.

Luego, dos potencias, Serbia, siempre respetable, a la que superamos por un solo gol, en un partido que dominamos en las facetas más importantes, controlando el juego y con buenas actuaciones de ambos cancerberos. El equipo iba tomando forma, consolidándose, así, en la semifinal, Croacia, pese a que el resultado fue relativamente ajustado, la diferencia en el agua fue notable a favor de nuestros chicos, que les superaron, mostrando un juego a imagen de lo que les solicitaba su técnico desde el banquillo, es decir desarrollando un juego sobrio, pero con recursos. Y legó la final, una parte para la ilusión, para , ya en la segunda, ser los magiares los que mostraron que eran el mejor equipo de la competición. Todas las formulas para superar la defensa húngara eran insuficientes y cuando se lograba aparecía el portero con una seguridad impropia de su edad.

El partido paso en intentos sin fortuna y un aumento de la diferencia en el marcador producido para desconsuelo de los nuestros. Como decía al inició del artículo, nada a decir, al contrario, mientras con las chicas no tener partidos de dificultad hasta la semifinal, creo que se pago caro, ahora, con los muchachos, el camino ha sido provechoso, solo nos falto jugar con Grecia y con Rusia de las potencias y ello no tiene precio en la formación de estos jugadores que han demostrado ser una buena hornada para modelar y conseguir éxitos en un futuro cercano en nuestro waterpolo.

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