Marián Díaz: «Cada vez somos más las valientes»

Cuando te dedicas a lo que verdaderamente te apasiona, todo es mucho más fácil. Justo eso es lo que le ocurre a Marián Díaz, una de esas personas que disfruta con lo que hace. A día de hoy, la catalana forma parte del cuerpo técnico del CE Mediterrani, club donde entrena a los equipos femeninos cadete y juvenil, así como ejerce de segunda de abordo de Marc Comas en el primer equipo que compite en la Liga PREMAAT Femenina. Aunque actualmente trabaja para labrarse su particular carrera en los banquillos, Díaz es una gran conocida de las piletas debido a su fructífera carrera deportiva. Y es que aunque se vio obligada a colgar el gorro de manera prematura, triunfó y vivió momentos únicos como jugadora en activo, gran parte de ellos como integrante de la Josep Vallès, su casa. Es más, Marian fue una de las que logró en 2010 desbancar al CN Sabadell de su púlpito nacional tras arrebatarle el título de Liga. No obstante, éste no es el único éxito que amasa en su particular baúl de recuerdos, puesto que formó parte de la selección española que en 2008 obtuvo un meritorio bronce en el Europeo celebrado en Málaga. Sobre su faceta como jugadora y retos personales que se marca hoy día, la entrenadora catalana se sincera en WATERPOLISTA.com, donde, entre otras cosas, se enorgullece de ver más mujeres entrenando a equipos de alta competición.

– ¿Cómo fueron tus inicios en el waterpolo?
«Mi padre había jugado en el Mediterrani y mi hermano también, he crecido en la piscina y en las gradas viendo wp así que desd muy pequeña quise ponerme un gorro».

– ¿Cómo era el waterpolo en aquella época?
«Cuando empecé a jugar aún era nadadora, compaginaba ambas cosas. En aquella época no existía el waterpolo femenino de base, aunq parezca mentira. No me dejaban entrenar con el equipo, solo iba una vez a la semana. Jugaba en el equipo de chicos, con todo lo que eso conlleva. Pero puedo decir orgullosa que gracias a Mati de Miguel, jugadora del medi y de la selección, fuimos el primer equipo íntegramente femenino de toda España».

– ¿Cómo eras como jugadora?
«Siempre me ha gustado pensar que era un jugadora de corazón, que su punto fuerte era el coraje. No tenía ni el mejor lanzamiento, ni era la más rápida, ni la mejor defensora…pero sí que era la que mejor se dejaba la piel en el agua. Me gustaba jugar un poco de todo, era la jugadora comodín y eso me encantaba».

– ¿Echas de menos aquella época?
«Mentiría si dijera que no. Pienso muchísimas veces en la opción de volver a intentarlo y volver a luchar por ello».

– ¿En qué momento decidiste colgar el gorro?
«Colgué el gorro de una forma muy precipitada. Pase por una lesión y a continuación por un accidente de moto. Tuve una mala racha y no me encontraba bien físicamente y no me vi con fuerzas para salir de aquella situación. Fue una situación muy forzada de la que me arrepiento a diario».

– ¿Fue fácil tomar una decisión así?
«Me arrepiento cada día. Creo que aún tenía mucho por dar y mucho que demostrar. Ha sido la decisión más difícil que he tomado nunca».

– ¿Qué es lo que más echas de menos de tu etapa como jugadora?
«El formar parte de un equipo. Eso no tiene precio. El vínculo que creas con tus compañeras es lo más especial que hay. El momento del vestuario después de un entrenamiento, momentos previos a un partido importante, una mirada llena de fuerza y empatía en un momento del juego decisivo..no hay nada parecido».

– ¿Cuáles fueron los mejores momentos? ¿Y los peores?
«Recuerdo con mucho cariño mi primera temporada con un equipo íntegramente femenino, en categoría Juvenil. La primera convocatoria con el equipo nacional, nunca se olvida. La medalla de bronce en el campeonato de Europa, el título de liga nacional…no podría quedarme solo con uno. Momentos malos he tenido poco o he queridos borrarlos. Siempre he querido aprender de lo malo y hacerme más fuerte con ello. Pero me quedaría con mi salida forzada del Mediterrani y el quedarme la 14 en la lista de un mundial..o de unos cuantos jeje».

– ¿Qué te ha llevado a asumir el rol de entrenadora?
«La espina que tengo clavada tras la retirada precipitada creo que es lo que me hizo dar ese paso. No imagino mi vida sin el waterpolo, mi sueño siempre ha sido participar en un Juegos Olímpicos y jamás lo consigui, pero ahora tengo otro..ayudar a mis chicas a conseguir los suyos. Creo que no hay sueño ni satisfacción mayor».

– ¿Qué equipos entrenas hoy día?
«Estoy en el CE Mediterrani como entrenadora del equipo cadete y Juvenil, además ayudo a Marc Comas con el primer equipo femenino».

– ¿Cuáles son los retos personales que te marcas?
«Aprender. Ese es mi mayor reto. No quiero dejar de aprender, es fácil acomodarse y caer siempre en los mismos sistemas de entrenamiento. Quiero empaparme cuanto pueda y seguir creciendo día a día».

– ¿Es fácil ser mujer y entrenador en España?
«Por suerte cada vez somos más las valientes, y digo valientes porque hasta hace muy poco ni se consideraba la idea de tener a una mujer llevando equipos y menos equipos de alta competición. Con el tiempo, y con muchísimo trabajo, hemos conseguido hacernos ver y demostrar que sabemos de waterpolo, o de cualquier otro deporte».

– ¿Te sientes valorada?
«Ahora mismo puedo decir que si. Me ha costado sentirme así, he pasado por momentos duros y con muchas dudas, pero con esfuerzo y confianza he seguido adelante. Estoy en un buen momento, trabajo mucho y por el momento voy recogiendo algunos frutos».

– ¿Dónde te ves en unos años?
«La verdad es que no lo sé, y no me avergüenza reconocer que me da un poco de miedo pensarlo.Intento imaginar y no veo más allá. Solo sé que para mi, esto es solo el principio. Soy ambiciosa y voy a por todas. Just Start».

@etoster