Ronda o cómo empezar de cero cada temporada

En una localidad de algo más de 30 mil habitantes, cuatro locos del waterpolo han logrado dar forma a un proyecto deportivo que con pasión han mantenido viva la pasión por el balón amarillo a pesar de las dificultades

Hace cerca de 20 años, en la localidad de Ronda construyeron una piscina climatizada, ya que antes tan sólo disponían de una piscina de verano, que complicaba mucho la actividad deportiva debido a las duras temperaturas que obligaba a que su utilización se centrara únicamente en los meses de junio, julio y agosto. A partir de la construcción de la nueva pileta, la discreta iniciación para niños y niñas de la localidad fue sustituida en un principio por una escuela de waterpolo que por aquel entonces fue liderada  por el monitor de natación contratado que dentro de sus posibilidades ofertaba un deporte desconocido en el lugar que se llegaba a practicar con balones de playa, dentro de unos inicios algo rudimentarios.

Sin embargo, llegó un momento que la pasión por el waterpolo de Carlos Rosado y su hermano Juanlo les llevó a poner en marcha un ambicioso proyecto deportivo centrado a la creación de un club de waterpolo en Ronda. «Antes de practicarlo nos encantaba ver a la selección española en la época dorada de nuestro waterpolo. A partir de ahí empezamos a poner nuestro granito de arena. Primero comprando balones con dinero de nuestros bolsillos y después las porterías. Ya el siguiente paso fue crear un club que desde entonces ejerzo de presidente, entrenador y todo lo que se pueda decir, porque como no haya un loco encima de este deporte es muy complicado, y con el apoyo de los padres de los niños«, comenta el alma mater de la entidad, quien creó un club de cero para después meterse en la Segunda andaluza.

«Siempre intentamos militar en lo mínimo porque Ronda es una ciudad que no tiene Universidad, por lo que nos centramos en empezar a formar a los niños pero cuando tienen una edad de entre 16 y 17 años se nos van a la universidad y tenemos que empezar otra vez de cero«, comenta Rosado, quien por otro lado no puede contar al cien por cien con los mayores, ya que suelen tener compromisos familiares y laborales y al final hace que los entrenamientos sean bien entrada la noche. «A dia doy hay gente en Ronda que no sabe que en la localidad hay un club de waterpolo, somos un deporte minoritario y tenemos que luchar frente a los tres deportes mayoritarios de aquí: futbol, baloncesto y balonmano», puntualiza el máximo dirigente de un club que cuenta con más de 30 niños de todas las edades, contando a su vez con unos 15 en el primer equipo absoluto. Y es que la escuela solo entrena los sábados por motivos de espacios en los días entre semana, ya que al final la piscina está muy colapsada.

La evolución del club

«Aquellos inicios con pelotas de playa se ha sustituido por un club que ha evolucionado bastante en cuanto a conocimiento, ya que en un principio tuvimos que aportarlos nosotros. Ahora por suerte contamos con entrenadores, que también nos han completado en nuestra formación técnica«, explica Rosado, quien desvela que «siempre tenemos techo, puesto que ahora tenemos siete niños de 15 años que están empezando a tener un nivel aceptable para la Segunda andaluza, pero es que el año que viene, por ejemplo, van a tener que buscarse su futuro académico en ciudades como Granda, Málaga o Sevilla. Una vez se marchan fuera y ahí ya es muy complicado que sigan entrenando en el club o lo hacen en otro club o lo dejan. Y de vuelta a empezar con la formación. Por eso no acabamos de dar ese salto de calidad«, insiste.

Con este panorama, el Ronda se marca nuevos retos, teniendo en cuanto que hasta hace tres años no tenían escuela de waterpolo como tal por falta de disponibilidad de espacios. «Ahora tenemos toda la tarde del sábado, después de haberlo luchado mucho. No obstante, ahora llega una época complicada en julio, ya que la piscina climatizada hace reducción de jornada y en agosto cierra. La alternativa no es otra ahora que entrenar en la piscina descubierta y con unos horarios muy complicados«, puntualiza Rosado, quien desvela que ahora mismo se plantean incrementar el número de niños de la escuela hasta los cincuenta. «Estamos haciendo campañas en los colegios e institutos con el objetivo de allí sacar equipos de todas las categorías. A largo plazo nos planteamos conseguir contar con una escuela muy fuerte con más de 100 niños para tener una infraestructura importante para poder forzar al ayuntamiento que nos den horarios, para los niños en los días entre semana«, afirma con rotundidad.

En cuanto a cómo ven desde Ronda el nivel del waterpolo de la región, Rosado explica que según su opinión «ha crecido de forma exponencial». «Recuerdo que cuando yo empecé a ver partidos de la Universidad de Málaga. Para ese equipo ya era algo brutal clasificarse para las fases de ascenso pero siempre caía cuando le toca verse con los de otras Comunidades. El waterpolo ha crecido mucho aquí gracias al empuje que Sevilla le esta dando y ha hecho subir el nivel y eso repercute positivamente en toda la comunidad. En 10 años la evolución ha sido bastante alta prueba de ello los equipos afianzados en Nacional como el Sevilla, Dos Hermanas o Málaga. Veo una salud del waterpolo andaluz bastante buena«, sentencia.

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